¡Adiós al sueño! El Barça B cayó de la forma más cruel posible, en la tanda de penaltis, ante el UCAM Murcia, después de dejarse empatar en el último instante del tiempo reglamentario (2-2). Los de García Pimienta fueron infinitamente superiores, pero desperdiciaron sus oportunidades y se encontraron ante un equipo rival mucho más efectivo.
El Barça B paga su falta de puntería
Los de García Pimienta saltaron al terreno de juego con la intención de llevar la iniciativa en el juego, y tratar de resolver el encuentro por la vía rápida. En este sentido, los primeros instantes fueron un completo vendaval ofensivo del Barça B, que incluso consiguió adelantarse en el marcador en el minuto 3 a través de Konrad de la Fuente. Sin embargo, el tanto finalmente fue anulado, ya que el asistente consideró que el balón había salido previamente por la línea de banda. Una acción que dejó muchas dudas.
No obstante, lejos de resignarse, el cuadro culé siguió lanzado al ataque, y de nuevo el extremo estadounidense tuvo una ocasión clarísima para poner el 1-0, pero estrelló su disparo contra el portero del UCAM Murcia. Dos errores que dieron aire a los locales, que se animaron en la presión en campo rival y empezaron a meter en aprietos a los de García Pimienta. La igualdad era máxima, pero finalmente fue el equipo universitario el que se consiguió adelantar. Alberto Fernández, en prácticamente su primera aproximación clara, superó a Iñaki Peña con un gran disparo desde la frontal.
Konrad de la Fuente, en una acción ante el UCAM Murcia / FCB
El Barça B intentó empatar rápidamente, y de hecho Rey Manaj la tuvo poco después, pero su disparo se estrelló en el poste. La fortuna no estaba acompañando a los catalanes, que se marcharon al descanso por detrás.
El Murcia fuerza la prórroga in extremis
No obstante, los culés no tardaron ni un minuto tras pasar por los vestuarios en empatar. Fue precisamente Manaj, de penalti, el que puso el 1-1. Un tanto que no cambió el planteamiento de ninguno de los dos equipos. Los de García Pimienta llevaban el peso del ataque, mientras que los murcianos se defendían con muchos hombres y buscaban robar rápidamente con una presión intensa. Tuvo que ser una genialidad individual la que decantase la balanza. Y apareció el mejor del filial, Rey Manaj, el que adelantó a los culés después de una tremenda jugada personal.
Rey Manaj, celebrando un gol ante el UCAM Murcia / FCB
Lejos de encerrarse, el Barça B trató de buscar el 1-3 y sentenciar el partido. Un gol que no llegó. Y con el paso de los minutos, el UCAM Murcia empezó a lanzarse con todo en busca del empate, mientras que el cuadro catalán cedía cada vez más espacio y defendía con las líneas más retrasadas. Los culés no consiguieron sobrevivir al ímpetu de los locales, y a pocos minutos del final, empataron gracias a una jugada ensayada. El Barcelona intentó evitar la prórroga, y en el descuento tuvo ocasiones para ponerse por delante, pero finalmente no consiguieron superar a un enorme Biel y se vieron obligados a buscar la clasificación en el tiempo extra.
El final más cruel posible
En los primeros minutos de la prórroga, el Barça B sufrió y mucho ante los ataques de los murcianos, especialmente a balón parado. Iñaki Peña se vistió de héroe con dos paradas estelares que mantuvieron el empate en el marcador. No obstante, con el paso de los minutos ambos conjuntos perdieron frescura, y dejaron de llegar con tanto ahínco a la portería rival.
Fue el filial blaugrana el que más lo buscó durante el tiempo extra, con un Murcia exhausto que se limitó a defenderse. Los culés la tuvieron prácticamente en la última acción. Fue de nuevo Rey Manaj a la salida de un córner, pero su remate lo sacó un defensa local en la misma línea. Con esta acción murió el partido, y dio paso a unos penaltis que decidirían qué equipo seguía vivo en la lucha por ascender a Segunda División.
Collado, en una acción ante el UCAM Murcia / FCB
Y en la tanda de penaltis, el Barça cayó de la forma más cruel posible. Un Iñaki Peña que se hizo enorme al detener hasta cinco penaltis no contó con el mismo acierto de sus compañeros. Fallaron en el momento decisivo, y dejaron escapar una oportunidad de oro para ascender a la categoría de plata del fútbol español.