Se acerca el final de temporada y con él los partidos decisivos de las competiciones internacionales. El primero en resolverse será la final de la Champions League femenina, que se disputará en el estadio Gamla Ullevi de Gotemburgo (Suecia) el próximo domingo a las 21 horas y que enfrenta al FC Barcelona y al Chelsea.
La UEFA, respetando las medidas que ha ido siguiendo durante toda la competición esta temporada, anunció que no podrá acceder público en las gradas del estadio. Una decisión totalmente comprensible si no fuera porque este jueves comunicó que en la final masculina sí que podrán haber aficionados.
Imagen del Chelsea-City en la Carabao Cup en Wembley / Redes
El partido masculino entre el Manchester City y el Chelsea se jugará el 29 de mayo en el Estadio Do Dragao, en Oporto, y podrán acceder a las gradas hasta 12.000 aficionados procedentes de Inglaterra. Algo difícil de entender y que el organismo europeo no ha explicado oficialmente.
El Barça, alarmado
Vía redes sociales, varios grupos de aficionados barcelonistas han puesto el grito al cielo al ver este agravio comparativo (una vez más) entre el fútbol masculino y el femenino. “Os echaremos de menos este año”, lamentaba la Confederació de Penyes del FC Barcelona.
Quien no se mordió la lengua fue Alexia Putellas en el día dedicado a los medios de comunicación previo a la final. La capitana comentó que “es algo que sí que me molesta. Creo que se podría haber hecho algo para que las aficiones tanto de Barça como del Chelsea pudieran disfrutar de un partido como este”.
Marta Torrejón celebrando con Alexia Putellas y Melanie Serrano su gol ante el Levante / FCB
Y siguió con un “obviamente, siguiendo las medidas, respetando las distancias y demás. Pero, sí que creó que se podría haber hecho un esfuerzo para que nuestras aficiones pudieran vivir este partido como se ha hecho con el masculino”. Este domingo, las chicas de Luis Cortés tienen la misión de hacer historia ante un escenario desangelado e impropio de una final.