La guerra está servida. Si hay vuelta atrás, es difícil atisbarla. La Superliga está cerca de convertirse en una realidad tras el anuncio realizado por los 12 clubes fundadores este lunes. Además de estos equipos, habrá otros tres conjuntos con estatus de fundador y cinco posiciones que variarán temporada tras temporada.

A partir de ahí, las 20 entidades se dividirán en dos grupos de 10 que se enfrentarán entre ellos a doble partido. Los tres primeros accederán a cuartos de final, mientras que el cuarto y el quinto de cada grupo se medirán en un playoff para clasificarse para cuartos. Los cuartos, igual que las semifinales, se disputarán a ida y vuelta, mientras la final se celebrará en una sede neutral a partido único.

¿Qué pasa con la Champions?

Mientras la Superliga copa portadas y abre informativos, la UEFA anunció este lunes el nuevo formato de la Champions League. La nómina de equipos se ampliará hasta los 36 y quedarán todos encuadrados en la misma liga. Pero no se medirán todos contra todos, sino que los conjuntos disputarán diez partidos, cinco casa y cinco fuera. Los ocho primeros accederán a octavos, mientras que los cuadros que se encuentren en el noveno y el 24º puesto se medirán en una especie de playoff.

Imagen de archivo de la Champions League | UEFA

Imagen de archivo de la Champions League | UEFA

Hasta ahí, todo lo que se sabe de Superliga Champions. Pero, ¿cómo afectará a la Champions la creación de la Superliga? Resulta obvio que los equipos que participen en la nueva competición no podrán luchar por la orejona, por lo que el cartel de la Liga de Campeones sufriría una degradación considerable.

Parece evidente que los dos torneos no pueden coexistir y, si no hay entente, la Superliga tiene las de ganar. Cuenta con los clubes más poderosos de Europa a excepción de París Saint-GermainBayern de Múnich Borussia Dortmund. Por lo tanto, es cuestión de tiempo que sea un campeonato con más prestigio y que los equipos que no quieren participar en ella, acaben entrando.

La subsistencia de la Champions se intuye compleja. Nombre por nombre, los de los equipos de la Superliga son más llamativos y los clubes tienen mayor entidad, por lo que es probable que las televisiones se decanten por la nueva competición. La Champions no es que vaya a quedar relegada a un segundo plano, sino que podría desaparecer.

El antecedente de la Euroliga

En el deporte europeo tenemos el ejemplo de la Euroliga. Como sucede ahora, los clubes de baloncesto más poderosos a finales del siglo pasado decidieron crear la competición para gestionar sus propios derechos de televisión y generar más ingresos. Si ahora los equipos de fútbol se enfrentan a la UEFA, los de baloncesto toparon con la FIBA en el año 2000.

Mirotic en el partido contra el Real Madrid / EFE

Mirotic en el partido contra el Real Madrid / EFE

La Euroliga nació en la temporada 2000-2001 y el baloncesto europeo vivió una temporada con dos Copas de Europa. Por un lado estaba la Suproliga, organizada por la FIBA y cuyo campeón fue el Maccabi de Tel Aviv. La nueva Euroliga, por su parte, acabó con el Kinder Bolonia de Ginobili como campeón. Un año después, los equipos de la Suproliga se unieron a la Euroliga.

 

Más complicado es establecer comparaciones en la NBA. En primer lugar, porque la competición norteamericana engloba únicamente a equipos de Estados Unidos y uno de Canadá (Toronto Raptors). En segundo lugar, porque es una liga cerrada de 30 franquicias, mientras en la Superliga hay cinco que variarán anualmente. Y por último, pero no por ellos importante, en la NBA buscan la equidad (draft y límite salarial).