El Barça de Jasikevicius se dejó sorprender en la última jornada de la Euroliga ante el Bayern de Munich (72-82), en un choque intrascendente para los catalanes, que ya estaban clasificados como primeros. Un encuentro que tuvo como gran protagonista a Pau Gasol. Más de 20 años después, el pívot de Sant Boi volvía a ponerse la elástica blaugrana en su regreso a casa.
Pese a estar más de dos años alejado de las pistas por culpa de una lesión en el pie, Jasikevicius no dudó en sacarle de titular en su redebut. Y las sensaciones fueron más que positivas desde el primer minuto. Las órdenes del técnico culé eran claras: buscar al seis veces All-Star siempre que fuese posible, para que poco a poco fuese adaptándose al sistema y coger ritmo de competición. En este sentido, Gasol se jugó prácticamente todos los lanzamientos en los primeros minutos, con un acierto considerable y demostrando que, pese a sus 40 años, su calidad es indudable.
No obstante, pese a la destacada actuación de Pau, el Barcelona notó en exceso la ausencia de tres estrellas como Higgins, Mirotic y Oriola ante un Bayern de Munich mucho más necesitado de la victoria. En ese sentido, los bávaros no tardaron en adueñarse del encuentro y llevar el choque a su terreno ante un cuadro blaugrana repleto de suplentes.
Pese a esta diferencia de exigencia, los culés no perdieron la cara al encuentro en ningún momento. Lucharon hasta el final para llevarse el triunfo, ya sin Gasol en pista, que descansó en los instantes más exigentes. Si embargo, finalmente el acierto de Lucic y Reynolds fue demasiado para el Barça, que se alejó en el último cuarto y provocó un final descafeinado, en un partido sin duda marcado por las buenas sensaciones de Pau en su regreso, con nueve puntos y cuatro rebotes.
Pau Gasol, en una acción ante el Bayern | EFE