El racismo es una de las lacras de nuestra sociedad que se debe eliminar y están presentes en nuestro día a día sin excepciones, especialmente en el fútbol. Este domingo, en un Cádiz-Valencia se vio un nuevo episodio de ello. Fue a causa de una discusión entre los jugadores Cala y Diakhaby, que terminaron con la retirada de los valencianos del terreno de juego.
En el minuto 36 se produjo la acción de la polémica. Tras un encontronazo entre los dos defensas, supuestamente el jugador gaditano le lanzó un “negro de mierda” al central che. Este, al escuchar el insulto, abandonó su posición y se fue directamente a encarar con el rival, empujándolo y pidiéndole explicaciones.
Los jugadores del Valencia, al conocer el motivo de esa reacción, decidieron abandonar el césped en el minuto 36. Más de 20 minutos estuvieron en el vestuario, para luego sorprendente volver a salir a jugar. Diakhaby, hundido según sus compañeros, decidió no seguir jugando y se fue directamente al palco.
Diakhaby discutiendo con el colegiado contra el Cádiz / EFE
Según reconoció el capitán valenciano, José Luis Gayà, volvieron a salir a jugar porque “nos podría haber costado los tres puntos y alguna cosa más”, sin entrar en más detalles. El Valencia, vía comunicado, expresó que “el jugador, que ha recibido un insulto racista, ha pedido a sus compañeros que vuelvan al campo a luchar”. Por parte del Cádiz, niegan los insultos de Juan Cala.
La reacción del Valencia ha incendiado las redes sociales. Lo que parecía ser una reacción ejemplar ante un supuesto insulto racista terminó con el regreso de los jugadores al césped y con el principal afectado en la grada. Hay quienes apuntan a las amenazas de la Liga como posible explicación a ese suceso. Una triste manera de luchar contra esta lacra social.
Los episodios culés
Son muchos los episodios racistas que han tocado directamente al fútbol español. El Barça también se ha visto afectado por ellos. El más conocido fue el de Samuel Eto’o en 2006 en la Romareda. Contra el Real Zaragoza, quiso abandonar el terreno de juego en el minuto 75 tras gritos desde la grada. “No juego más”, repetía el camerunés.
La reacción de la plantilla azulgrana fue diferente a la del Valencia este domingo. Jugadores como Ronaldinho insistieron en que se quedara en el campo, igual que el colegiado Víctor Esquina Torres. Una reacción por ahora inimaginable que, con la perspectiva, deja mucho que desear. Los aragoneses solamente fueron sancionados con 9.000 euros. Incomprensibles.
Eto'o retirándose de la Romareda / Redes
Ocho años después de este episodio se repitió con Dani Alves en El Madrigal. Al lateral le lanzaron un plátano cuando estaba por la banda derecha. Su reacción ridiculizando esa falta de respeto dio la vuelta al mundo: cogió el plátano, lo abrió y se lo comió tranquilamente.
La reacción del Villarreal fue más ejemplarizante que la del Real Zaragoza. Fueron sancionados con 12.000, pero no se quedó aquí. Expulsó de por vida al aficionado, que luego lamentó públicamente los hechos y optaron por colgar en la siguiente jornada la pancarta “No al racismo”.
El único partido suspendido
Sorprende que la única vez que se ha suspendido un partido en España por insultos no sea por racismo. Fue un 15 de diciembre de 2019 cuando un Rayo Vallecano-Albacete terminó antes de tiempo después que parte de la grada insultara al ucraniano Roman Zozulya con un “puto nazi”. El jugador en redes sociales hacía bandera de sus postulados de extrema derecha.
Pancarta de los Bukaneros sobre Zozulya / EFE
La sanción fue más contundente que en el caso de Samuel Eto’o, Dani Alves y, por ahora, el de Mouctar Diakhaby. Se sancionó a los vallecanos con 18.000 euros y el cierre parcial del estadio durante dos partidos, afectando a la parte de donde salieron los insultos. Queda mucho trabajo por hacer.