Este miércoles, Julio Salinas ha decidido abrir la veda de su paso por el FC Barcelona (1988 a 1994). En toda su carrera futbolística, este exazulgrana vasco ha ganado 16 títulos y aparte de jugar en el Barça ha estado en el Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Deportivo de la Coruña, Deportivo Alavés y el equipo japonés Yokohama F. Marinos.
Salinas coincidió en su etapa en el Barça con Ronald Koeman y Pep Guardiola bajo las órdenes de Johan Cruyff. Y en una entrevista que ha concedido este lunes a El Mundo, el exazulgrana ha metido cizaña contra sus dos excompañeros: “El primer año nuestros extranjeros eran Aloisio y Lineker y el tercero estaban Koeman, Stoichkov y Laudrup. Con todos mis respetos, no marcan las mismas diferencias. Y encima reforzados por Nadal, Goiko y una generación maravillosa de chavales de la cantera: Ferrer, Amor, Milla, luego Guardiola... No tenía nada que ver. Y ese tercer año ya ganamos la Liga de calle”.
Julio Salinas cuando era jugador del Barça ante el Athletic de Bilbao / REDES
Además, Salinas se ha enseñado especialmente con Koeman, al ser preguntado por si el liderazgo del holandés ya venía de su época como jugador, cuando se convirtió en el héroe de Wembley al marcar el tanto que le dio la primera Champions League al Barça en 1992: “No, qué va. De jugador no tenía ni voz ni voto en el vestuario. No pintaba nada, ni era líder. Y Guardiola, que era un crío, lo mismo. Allí los capos eran Alexanko y Zubizarreta, el sector vasco. Ronald o Stoichkov eran unos extranjeros muy buenos y punto. Hristo parecía un coco, un bravucón, pero es un cacho de pan, un chaval maravilloso y un jugador fantástico. En el vestuario animaba y contaba chistes, pero no mandaba nada”.
Acabó en el Barça gracias a Cruyff
Salinas fue un fichaje impopular en el Barcelona. Su carácter altanero no gustaba a Josep Lluís Nuñez que, según cuenta el propio exazulgrana, le dijo lo siguiente en su llegada al Barça: “Fue la hostia eso. Según llego, me reúno con Núñez y me dice ‘que sepas que yo no te quiero y estás aquí contra mi voluntad. Sé que eres como el Che Guevara y ya hemos tenido demasiados revolucionarios, preferimos que te vayas’".
“Aluciné y pregunté qué hacía allí entonces. Me dijo que Cruyff me quería y que no les quedaba más remedio, pero que mejor que no me acostumbrase. Johan acababa de llegar y no se atrevían a cabrearle, pero después del motín del Hesperia estaban acojonados”, ha explicado.
Julio Salinas en su etapa como jugador del Barça / REDES
“Cruyff me defendió siempre. Cuando llegué, mató a Lineker mandándolo a la banda para que jugase yo en el centro y conmigo fue a muerte desde el principio. Siempre confió en mí, hasta cuando fui jugando menos porque llegaron más estrellas. De hecho, me puso de titular en la final de la Champions porque él sabía que yo era un ganador y siempre jugaba bien en los momentos importantes. A Johan yo le gustaba mucho, a los que no les gustaba era a los otros, a Charly Rexach y a Toni Bruins, que le influían para que contase menos conmigo. Su leyenda es merecida hasta la última coma. Era un genio como entrenador. Único. Un revolucionario. Yo llevaba ya muchos años jugando y con él descubrí otro deporte, uno que a día de hoy sigue siendo la base del fútbol moderno. Cambió el fútbol para siempre”, ha opinado Salinas, a la vez que ha confesado que no tuvo representante hasta el tramo final de su carrera.
“Yo era el mejor. Punto”
Igualmente, Salinas le debe a Cruyff el hecho de haber sido titular en la final de Wembley cuando aquella temporada tenía el papel de suplente: “Pensaba que se había vuelto loco o me estaba tomando el pelo, pero no. Lo que pasa es que habíamos jugado tres finales en esos años y yo había marcado en dos, él sabía que yo tenía carácter y esos partidos me ponían. Por eso confió en mí. Hice una jugada que hubiera sido el mejor gol de mi vida. Increíble. No sé ni cómo la hice, entre siete u ocho, para un lado, para el otro... Logro salir de ahí, remato y me hace una parada tremenda. No sé qué tenía Pagliuca conmigo, pero ese gol me habría metido en la Historia. Ganar es una sensación única, pero ganar con tu gol debe ser la hostia. Y me lo impidió”.
Julio Salinas en un partido de los exjugadores del Barça / FCB
En este sentido, Salinas tampoco se ha cortado ni un pelo en destacar su importancia para la selección española y sacar peso al hecho de que él y seleccionador de su época, Javier Clemente, eran íntimos amigos: “¿Cómo voy a ser yo un invento de Clemente si he estado 10 años en la selección? El único que no me llevó fue Vicente Miera... y no se clasificó para la Eurocopa del 92. No sé si será coincidencia, eh. Lo que cambió fue que hasta la llegada de Clemente se buscaba el acompañante de Butragueño, y ahí al final siempre me imponía yo a otros candidatos como Rincón, Sarabia, Eloy o Manolo; y desde que llega Javi y se carga a la Quinta, sobre todo a Emilio y a Míchel, lo que se busca es el acompañante de Julio Salinas. Y claro que Clemente era un buen amigo. Pero él siempre decía que más amigo era de mi hermano Patxi y nunca lo llevó. Y preguntaba: "¿Qué delantero español es mejor que Julio Salinas?". No le podían decir ninguno, porque no lo había. Durante toda mi carrera, hasta que aparece Raúl, ¿quién era el mejor goleador de España? Pues Julio Salinas. Es que era así, no hay más. No había nadie que me superase. Se decían muchas tonterías: en la selección jugaba yo porque era el mejor. Punto”.
Julio Salinas con la selección española / REDES
Aun así, el exazulgrana reconoce que el Barça de las últimas décadas ha sido el mejor de la historia azulgrana: “Esta generación actual nos ha superado con creces, han sido mucho mejores, aunque si nosotros hubiéramos tenido a Messi... Me cago en la madre que me parió, si nosotros tenemos a Messi hubiéramos ganado diez seguidas (risas). En definitiva, ellos son mejores, pero nosotros somos únicos”.