Ousmane Dembelé sigue en racha. Esta temporada no ha caído lesionado y ha conseguido una regularidad con el FC Barcelona que los aficionados no estaban acostumbrados. Sus buenos partidos como azulgrana le llevaron de nuevo a la selección francesa para disputar los tres partidos clasificatorios para el Mundial de Qatar.
El extremo empezó en el banquillo contra Ucrania (1-1), pero fue titular contra Kazajistán (2-0), algo que no sucedía desde el Mundial de Rusia 2018. Jugó y marcó. Como sucede en el Camp Nou, es de los pocos jugadores capaz de cambiar el rumbo del juego, con sus desmarques y explosividad.
El miércoles les Bleus se enfrentan a Bosnia y cabe ver si Didier Deschamps le volverá a dar la confianza o lo guarda como revulsivo. Las recientes actuaciones del Mosquito no han pasado desapercibidas por la prensa ni por el entrenador y todo lo que no sea formar parte de la lista definitiva para disputar la Eurocopa, será una sorpresa.
Deschamps, entregado a Dembelé
El seleccionador francés no es un míster que tenga vistas al futuro, sino que acostumbra a alinear el once que más posibilidades le da de ganar el partido. Con este estado de forma, Dembelé se ha ganado un puesto de titular en el once, ya sea en la derecha o en la izquierda, junto a Antoine Griezmann y Kylian Mbappé.
Después del choque contra Kazajistán, Deschamps valoró la actuación del ambidiestro delantero con un “confirma que va por el buen camino. Es capaz de repetir esfuerzos y de diferenciarse y, además, fue recompensado con este gol”. Ahora mismo es uno de los puntales de Francia.
Deschamps dirigiendo a la selección francesa / Redes
Pero el seleccionador aprovechó para darle un toque de atención y destacar aquellos aspectos que debe mejorar: “Siempre puede hacer las cosas mejor, ser más decisivo, pero es interesante cuando es así”. Ya suma diez goles esta temporada en partido oficial y cada vez está más suelto tanto con la selección como con el Barça.
El meme del partido
Dembelé también protagonizó una de las imágenes de la jornada. En la segunda parte del último partido se dispuso a lanzar un saque de esquina. Lo iba a hacer con la derecha cuando resbaló y cayó al golpear la pelota. El esférico se fue por la línea de fondo y él, impasible, se levantó y se fue a defender como si nada hubiera pasado. Toda una caja de sorpresas.