España se llevó un triunfo determinante en sus aspiraciones para estar en el Mundial de Qatar 2022. Los de Luis Enrique sufrieron y mucho para superar a un rival téoricamente inferior como Georgia (1-2). Estuvieron a remolque durante todo el enfrentamiento, pero finalmente, en el tiempo de descuento, sellaron una remontada in extremis.
Luchar, sufrir, vencer
Tras el empate contra Grecia, España estaba obligada a conseguir los tres puntos para no complicarse su clasificación para el Mundial de Qatar 2022. Por suerte, los de Luis Enrique se enfrentaban a un rival teóricamente muy inferior como Georgia. Para ello, el técnico apostó por un once con los tres futbolistas del Barça convocados (Pedri, Busquets y Jordi Alba) y sin ninguno del Real Madrid.
Un cambio en la alineación que no benefició a los españoles, que protagonizaron una primera parte horrible. Si bien es cierto que dominaron por completo la posesión, la realidad es que no materializaron esta superioridad en ocasiones de gol. En cambio, los georgianos se limitaron a plantear una armadura defensiva con dos líneas de cinco, y buscar sus oportunidades al contraataque.
Morata, en una acción ante Georgia | RFEF
Un planteamiento que funcionó a la perfección a los locales, que secaron por completo a un combinado español que no consiguió ni un solo disparo a portería en los primeros 45 minutos. Mientras, Georgia sí hacía daño con muy poco. Unai Simón salvó el primero con una gran mano en un córner, pero no pudo evitar el tanto al final del primer tiempo de los locales. Un gol que despertó el nerviosismo en España.
Tras el paso por los vestuarios, España se vio obligada todavía más a dar un paso al frente. Lucho movió el banquillo y potenció el juego por bandas ante la aguerrida defensa georgiana. Un cambio de estrategia que tuvo premio. Jordi Alba fue protagonista al dejar el gol del empate en bandeja a Ferrán Torres.
Ferran Torres, celebrando su gol ante Georgia | RFEF
Con las tablas, continuó el mismo guión del partido. El empate servía a Georgia, que no hizo ninguna locura y mantuvo su planteamiento defensivo. Mientras, España seguía bombardeando la portería georgiana en busca de un gol determinante para seguir aspirando al Mundial. Finalmente, el empeño español tuvo premio en el tiempo de descuento. In extremis, Dani Olmo anotó el gol de la victoria que desató la euforia de los de Luis Enrique. El Mundial, más cerca.