La buena relación entre Pep Guardiola y Joan Laporta no es precisamente un secreto. Tras la hazaña histórica de conseguir el sextete en 2009 bajo su presidencia, Guardiola siempre ha defendido a Laporta como uno de los mejores presidentes del FC Barcelona.
Ahora, el abogado vuelve a la presidencia del club azulgrana dos mandatos después tras haber ganado las elecciones de este 7 de marzo con su candidatura Estimem al Barça. Han sido muchas las felicitaciones para Laporta por su regreso como presidente del Barça. Pero una de las más relevantes a nivel sentimental y también deportivo es seguramente la de Pep Guardiola.
El exentrenador azulgrana ha felicitado a Laporta con este mensaje en sus redes sociales: “¡Muchas felicidades Jan. Muchas felicidades, presidente. Visca el Barça!”.
No va a volver
A pesar de la buena relación entre ambos, Guardiola ya dejó claro que no va a volver al banquillo del Barça aunque Laporta fuera presidente de nuevo. Su renovación con el Manchester City hasta 2023, acabó con muchos de los rumores que lo situaban como paladín de las candidaturas de Joan Laporta o Víctor Font, con los que tiene buenas sinergias.
Una decisión que no sorprendió, ya que el de Santpedor ya aseguró en varias ocasiones este curso que en su cabeza no entra en un futuro próximo volver a ocupar el banquillo del Camp Nou. Sin embargo, lo que sí extraña es que el catalán haya optado por extender su vinculación por tres temporadas más, en lugar de una más otras opcionales. Esto hará que Manchester se convierta en su casa más prolongada desde que se hizo entrenador.
Guardiola, en un partido con el Manchester City | EFE
Aparte de que Guardiola sabe que protagonizar otra etapa mejor que la que ya tuvo como técnico azulgrana es casi imposible, también hay otro motivo que le aleja del club de sus amores y no es otra cosa que lo que su mentor, Johan Cruyff, bautizó como "el entorno". La hostilidad que sufrió Pep, y que en ocasiones todavía le recuerdan, por parte de algunos medios de comunicación es un aspecto que le tira totalmente para atrás. En Inglaterra está mucho más tranquilo, ya que no se ve inmerso en guerras de bandos que, de volver a Barcelona, sabe a ciencia cierta que le perseguirían.