La venta de Luis Suárez al Atlético de Madrid sigue sonando con fuerza en el Camp Nou. El delantero uruguayo fue uno de los grandes sacrificados en la reconstrucción de la plantilla blaugrana. Se dio por cerrada su etapa en el club y se optó por facilitarle su salida. Más allá del qué, al charrúa le molestó el cómo.
Fue Koeman, que acababa de llegar al banquillo blaugrana, el que lo despidió por teléfono. Una espina que todavía tiene clavada el delantero colchonero. "Creo que merecía un cierto respeto en la manera de decirme que ya no me querían", apuntó Suárez en una entrevista a France Football. Asimismo, también añadió que "me molestó que me dijeran que era viejo y que ya no podía jugar al más alto nivel, estar a la altura de un gran equipo. Eso me disgustó".
Luis Suárez, lamentando el empate contra el Celta | EP
Meses después, el delantero rojblanco ocupa la primera posición del pichichi de la Liga, junto a Leo Messi, y sigue demostrando que tiene el olfato goleador intacto. Posiblemente, también le mueva el orgullo y las ganas de demostrar al Barça que sigue siendo un 9 de primer nivel. Una sed de venganza que podría multiplicarse, después de Enrique Cerezo, presidente del Atlético, reconociese que se pactó un traspaso a escondidas de Luis Suárez.
Suárez quería salir gratis del Barça
Por las formas del club blaugrana en su despedida, Suárez quería marcharse gratis y que el Barça no sacase ni un céntimo por él. Sin embargo, finalmente catalanes y madrileños sí llegaron a un acuerdo para traspasarle por un precio fijo de cinco millones de euros --que son descontados de los que se deben al club madrileño por Griezmann-- más seis posibles en variables, en función de su rendimiento.
Así lo insinuó Cerezo en una entrevista a El Larguero de la Cadena Ser. "Bueno, ¿tú crees que alguien regala algo en esta vida? Y más en el mundo del fútbol. Yo creo que no. Las circunstancias de cada contrato se hacen con arreglo al momento y la situación en que se está", señaló. En esta línea, se mostró satisfecho de que la operación haya salido bien, ya que sino los hubiesen acusado de "tontos".
Josep Maria Bartomeu y Enrique Cerezo en una comida de directivas del Barça y el Atlético de Madrid / EFE
Por otra parte, el presidente del Atlético también reconoció que el delantero uruguayo dispone de una cláusula para decidir su futuro a final de temporada. "Siempre he dicho que los jugadores juegan donde quieren jugar. Por eso juega en el Atlético. No sé exactamente cuál será el pensamiento de Luis Suárez. Sí digo que con nosotros no va a tener ningún problema”, sentenció. De momento, el PSG ya sigue su situación de cerca. Incorporarle está encima de la mesa para tratar de convencer a Messi.