Golpe de realidad para el FC Barcelona de Koeman. El equipo azulgrana cayó derrotado en la final de la Supercopa de España y se quedó sin levantar el primer título de la temporada. Los culés no se sintieron cómodos sobre el verde de La Cartuja en ningún momento y el Athletic, tras empatar in extremis, se llevó el campeonato en la prórroga.
El 4-4-2 diseñado por Marcelino García Toral desactivó a los catalanes durante todo el encuentro. El cuadro vasco se mostró muy seguro en defensa durante casi todo el partido y concedió muy pocas ocasiones. Además, el Barça fue incapaz de encontrar continuidad en el juego debido a las reiteradas faltas de los leones.
Dani, desencadenado
El Athletic cometió 24 faltas en 120 minutos. La dureza de los de Marcelino estuvo capitaneada por Dani García, centrocampista de corte defensivo. El ex del Eibar realizó cuatro faltas, todas ellas muy duras, y no vio la cartulina amarilla hasta el 67', cuando a Gil Manzano ya no le quedó más remedio.
Dani García y Williams celebran la conquista de la Supercopa / EFE
La infracción más severa fue la que recibió Frenkie de Jong en el arranque de la prórroga. El centrocampista neerlandés fue a por un balón, lo tocó con la cabeza y Dani García lo embistió con la cabeza. Es complicado adivinar si hubo intencionalidad, aunque cuantas más veces se ve la jugada, más lo parece.
El otro García del Athletic, Raúl, estuvo más comedido. Es uno de los futbolistas más duros del fútbol español, pero en la final contra el FC Barcelona no protagonizó ninguna acción polémica. El jugador navarro, eso sí, tuvo un digno sucesor en Asier Villalibre, que consiguió desquiciar a Messi.
El 'show' de Villalibre
El delantero vasco fue quien mandó el encuentro a la prórroga cuando parecía que el Barça iba a alzarse con el título. En el tiempo extra, ya con el Athletic por delante en el marcador, hizo todo lo que estuvo en su mano para que se jugara lo menos posible. Incomodó a los jugadores culés y fingió tantas faltas como pudo.
Villalibre celebra con el Athletic haber ganado la Supercopa de España / EFE
Logró lo que muy pocos han conseguido: desquiciar a Leo Messi. Persiguió al delantero argentino agarrándolo de los hombros pero Gil Manzano no pitó nada. El 10 pasó el esférico a un compañero y acabó dando un golpe a Villalibre que le costó la expulsión. La acción le costará más de un partido de sanción.
Asier Villalibre se unió a los García en la final de Supercopa contra el FC Barcelona. El delantero vasco fingió faltas, las cometió (aunque no se pitaron) y acabó desquiciando a Leo Messi.