En 2018, y por primera vez en la historia, la tecnología llegó al fútbol español. El VAR debía ser una herramienta para que la labor de los árbitros fuese mucho más sencilla, y para evitar polémicas. No obstante, dos años después el videoarbitraje está más en el punto de mira que nunca.
La diferencia de criterios de la herramienta es una calamidad, y un auténtico dolor de cabeza para los futbolistas. Pero lo que realmente es frustrante es la poca capacidad de autocrítica del comité técnico de árbitros. Algo que volvió a quedar patente en su encuentro con los periodistas, para informar sobre la actuación de los colegiados en este inicio de curso.
El árbitro Munuera Montero consulta el VAR y favorece al Madrid | EFE
Su presidente, Velasco Carballo, no dudó en hacer un balance positivo del sistema de videoarbitraje y afirmar incluso que su porcentaje de acierto en los penaltis se eleva hasta el 98%, y que se hizo hincapié en castigar los contactos livianos y las manos dentro del área bajo la premisa de que ocupaban un lugar antinatural.
Defensa rotunda del VAR
Según sus datos, esta herramienta se ha utilizado en 52 ocasiones y solo se ha equivocado en cinco en los 113 enfrentamientos disputados hasta la jornada 12, con un uso erróneo —no quiso desvelar en qué jugada— y cuatro ocasiones en las que el VAR debería haber intervenido, al tratarse de acciones acciones “claras y manifiestas”, y no lo hizo.
Toda la intervención del presidente del Comité Técnico de Árbitros fue una defensa del VAR apoyada en datos. “El reglamento se basa en que solo se intervenga en errores claros y manifiestos, jamás en jugadas grises. En caso de duda sobre si intervenir o no, nuestra consigna es no intervenir aunque haya algún error que quede sin subsanar”, defendió. Según los datos de su organismo, los colegiados tuvieron que lidiar con 263 incidentes en el área, en los que en primera instancia acertaron en 240 ocasiones y fallaron en 23. Con el videoartbitraje, los errores se redujeron a cuatro y las decisiones correctas ascendieron a 259, un 98,48%.
Un árbitro de la liga española, consultando el VAR | EFE
Además, fue también una clara puesta en valor de los colegiados españoles, los más designados en Europa; y unos constantes reproches a quienes superan el límite de las críticas y dudan de la honradez de los trencillas. Como última aportación, Velasco Carballo mosró su única aportación autocrítica: reconoció 199 errores de los colegiados pese al VAR. Algo que, evidentemente, no quiso dar especial importancia.