Antoine Griezmann se está desatando como uno de los grandes defensores del racismo en el mundo del fútbol. El francés está aprovechando su altavoz como personaje público para explotar contra diferentes polémicas racistas que han ocurrido en los últimos meses. Primero, al defender a su compañero Ansu Fati de un vergonzoso texto publicado por el periodista del diario ABC, Salvador Sostres.
Hace unos días, no dudó en condenar una agresión policial racista en París. Y ahora, ha dado un nuevo paso al frente en esta lucha, pese al riesgo de perder mucho dinero. El francés emitió un comunicado donde anunció que rompía su relación comercial con el gigante chino de la electrónica Huawei. Un vínculo que nació en 2018, después de ganar el Mundial con Francia. En estos dos años, el jugador ha participado en distintas campañas publicitarias de productos de la compañía basada en Shenzhen, tanto Francia como a nivel internacional.
¿El motivo? La supuesta colaboración de Huawei en la "represión" contra la minoría uigur en China. "Tras las fuertes sospechas según las cuales la empresa Huawei podría haber contribuido al desarrollo de una 'alerta uigur' a través de un programa de reconocimiento facial, anuncio que termino inmediatamente mi colaboración con esta compañía", afirmó Griezmann en su cuenta de Instagram. El delantero blaugrana invitó al giganten asiático a "no contentarse en negar estas acusaciones, sino a tomar acciones concretas lo antes posible para condenar esta represión masiva y usar su influencia para contribuir al respeto de los derechos humanos en la sociedad".
Comunicado de Griezmann donde anuncia que deja de colaborar con Huawei | REDES
El origen de la polémica
Fue el Washington Post el primero en avanzar que que la marca de tecnología había colaborado en 2018 con el gobierno chino para desarrollar un identificador facial que ayudara a los dispositivos de cámaras a localizar a miembros de la etnia musulmana uigur, que vive principalmente en el noroeste de China.
Griezmann, en una campaña publicitaria con Huawei | REDES
Se trataría de un dispositivo de vigilancia que atenta contra los derechos humanos de una minoría perseguida en el país asiático. El identificador hace saltar alarmas en el sistema. Asimismo, precisamente China ha recibido crecientes críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos y otros países debido al tratamiento de esta minoría uigur, incluso con la construcción de campos de internamiento y reeducación. El Gobierno chino rechaza esas críticas y asegura que lo que intenta es combatir el terrorismo islamista.