Zinedine Zidane se ganó una nueva oportunidad en el banquillo del Real Madrid. La victoria por la mínima contra el Sevilla le da una semana más de margen al frente del equipo blanco. El conjunto de Julen Lopetegui lo intentó hasta el último momento, rozó el gol, pero no estuvieron acertados.
Uno de los alicientes del encuentro era ver cómo rendiría Ivan Rakitic, ex del Barça a quien los de Chamartín no se le daba nada mal. Firmó un partido muy gris, incapaz de controlar el centro del campo. El croata de 32 años está muy lejos del nivel que mostró en la primera etapa en el Sánchez Pizjuán.
Ivan Rakitic junto a Luka Modric en el Sevilla-Real Madrid / EFE
Con una actuación con más pena que gloria y con el objetivo de empatar el partido, fue uno de la segunda tongada de cambios. Entró en su lugar Youssef En-Nesyri, delantero centro puro, para cambiar el sistema y buscar a la desesperada la igualada. Tampoco tuvo buenos minutos.
Vidal y Munir, también discretos
La novedad del once de Julen Lopetegui fue la presencia de Aleix Vidal en la banda izquierda de la defensa. Con las lesiones de Sergio Escudero y de Marcos Acuña, no tienen un recambio de garantías que haga olvidar a Sergio Reguilón. La opción fue poner al catalán a pierna cambiada.
Su partido fue claramente de menos a más, con serias dudas y superado por Rodrygo Goes una y otra vez. Poco a poco se fue entonando y se entendió muy bien con Munir El Haddadi en el primer tiempo y con Oliver Torres, en el segundo tiempo. Aportó profundidad, pero poco peligro.
Munir durante el partido del Real Madrid contra el Sevilla / EFE
Cambio obligado fue el de Munir al descanso. Tras una acción defensiva, el extremo ex de La Masía se rompió muscularmente. Apenas pudo retirarse del campo por su propio pie y fue el ex del Atlético de Madrid quien ejerció de falso extremo izquierdo. Veremos por cuanto tiempo estará en la enfermería.