El Barça buscará confirmar sus buenas sensaciones y su racha positiva de resultados en Liga este sábado. Los culés viajan al Ramón de Carranza para enfrentarse a un recién ascendido Cádiz. Los gaditanos han protagonizado un notable inicio de curso y están incluso por encima del cuadro azulgrana en la clasificación (eso sí, con dos partidos más).
Leo Messi volverá a ser el gran protagonista del FC Barcelona. Tras descansar en Champions y ahorrarse el viaje a Budapest, el argentino regresó a la convocatoria y si no hay ningún cataclismo, será titular. Ronald Koeman ya avisó que posiblemente en diciembre no vuelva a tener ningún descanso. El equipo le necesita para revertir la situación en la competición doméstica, y acercarse a los líderes antes de Navidad.
Leo Messi, en un entrenamiento del Barça | FCB
Asimismo, será también un choque especial para el 10 ya que se enfrentará a un equipo con el que precisamente estuvo cerca de jugar en sus inicios. Y no solo porque los andaluces estuviesen interesados en él, sino que además fue el mismo Messi el que flirteó con el Cádiz e intentó forzar su salida hacia el Carranza.
El flirteo de Messi con el Cádiz
Fue en 2005. Un año donde Messi seguía impresionando en el filial, pero todavía no había sido capaz de dejar huella en el primer equipo. A esto se sumó el inconveniente de que el cuadro catalán ya tenía cubierto el cupo de extracomunitarios con Ronaldinho, Samuel Eto'o y Rafa Márquez. Leo, que todavía no había obtenido la nacionalidad española, complicaba los planes del club.
Y en este contexto, el Cádiz fue el primero de los equipos que se dio cuenta de esta situación, y le ofreció un hueco en la plantilla como cedido. Un destino que también convencía a un joven astro rosarino. "Si me cede el Barça sería lindo jugar en el Cádiz, que tiene una hinchada bárbara", reconoció en su momento al Diario de Cádiz. E incluso ese mismo verano, cuando culés y amarillos se vieron las caras, Luis Soler, segundo de Víctor Espárrago entonces en el club andaluz, habló con Leo para seducirle. En ese partido, ya había trascendido el interés del Cádiz, y la misma afición le coreó un “¡Messi quédate!’, durante la final.
Messi, en una acción ante el Cádiz | REDES
No obstante, finalmente las negociaciones no tardaron en romperse. Había predisposición, pero los hechos no acompañaron a los andaluces. Al poco tiempo, Messi obtuvo la nacionalidad. Y eso coincidió también con su maravillosa actuación en el Gamper contra la Juventus, que acabó de confirmar a Rijkaard que era un jugador especial. Desde entonces, se ha convertido en emblema del Barça. Mientras, en Cádiz siguen lamentándose por lo que pudo ser, y no fue.