El racismo es una lacra que todavía se tiene que erradicar en nuestra sociedad y en el mundo del fútbol. Los jugadores son muy conscientes de ello, pero todavía hoy en día vemos en las gradas actitudes despreciables. No es la primera vez que las grandes estrellas alzan la voz, aprovechando su notoriedad, para denunciar estos actos.
Este jueves fue Antoine Griezmann quien explotó vía redes sociales por un acto que no tiene nada que ver con el fútbol, pero si con las fuerzas policiales de su país, Francia. Se trata de una agresión a un productor de música que fue reducido en su propio local durante 20 minutos con golpes e insultos racistas por parte de la policía.
El motivo por el que los tres agentes intervinieron fue que el agredido iba por la calle sin mascarilla y decidieron entrar por la fuerza al local, sin autorización, y propinarle una paliza que le dejó la cara con heridas importantes. Con lo que quizás no contaban los agresores era que había cámaras en el local grabando toda la escena y el vídeo está dando la vuelta al mundo.
Al enterarse de lo sucedido, el futbolista del FC Barcelona denunció esta actuación vía redes sociales con un “me duele mi Francia” y citó a Gérald Darmanin, ministro del interior del país galo. No solamente el 7 lo comentó públicamente, sino que se sumaron otros futbolistas del combinado nacional.
Mbappé y Umtiti
También se quejó Samuel Umtiti, muy sensible en cuestiones sociales. “El ser humano es capaz de hacer cosas inhumanas”, escribió el central. Más se extendió Kylian Mbappé, del PSG, “vídeo inaguantable, violencias inadmisibles. Mi Francia es la de los valores, la de los principios y la de los códigos… Mi Francia no vive de la mentira. Con el corazón y la luz en vez de la sombra. Mi Francia se mezcla, sí, en un arco iris. Ella te molesta, lo sé, pues no te quiere como un modelo”.
Samuel Umtiti denunciando la agresión racista / Redes
Kylian Mbappe denunciando la agresión racista / Redes
“Stop al racismo”, finalizaba el delantero francés su breve comunicado. Un llamamiento que sigue presente en nuestro día y día, y que el mundo del fútbol está haciendo pasos importantes para erradicarlo. Esta vez ha sido en París, pero desgraciadamente, puede suceder en cualquier lugar.