Leo Messi, al lado de Diego Armando Maradona. Por mucho que los aficionados y, por qué no decirlo, los periodistas, insistan en compararlos, el delantero del FC Barcelona demuestra que todas las equiparaciones le importan más bien poco. Ante todo, siente una gran admiración y cariño por el Pelusa, como exfutbolista y como persona.
El 10 mandó un mensaje de ánimo a su compatriota este miércoles, horas después de que Maradona fuera operado de urgencia por un coágulo en el cerebro: "Diego, toda la fuerza del mundo. Mi familia y yo te queremos ver bien lo antes posible. ¡Un abrazo de corazón!".
Sin complicaciones
Este martes saltaron todas las alarmas al salir a la luz que el Pelusa sufría un hematoma subdural y debía pasar por quirófano de forma urgente. Afortunadamente, todo salió bien, tal y como explicó el doctor Leopoldo Luque: "La evolución de Diego no tiene complicaciones. Se encuentra sin ningún tipo de complicación con la cirugía".
Maradona en un partido del Gimnasia La Plata / EFE
Maradona fue ingresado en el Sanatorio Ipensa de La Plata el pasado lunes. El motivo del ingreso fue un cuadro de depresión, deshidratación y anemia. El médico del Diego aseguró el martes por la mañana que el mítico futbolista se encontraba bien y que quería marcharse ya de la clínica.
Viernes de comparaciones
La leyenda argentina fue internada pocos días después de celebrar su 60º cumpleaños. El 30 de octubre las redes se inundaron de mensajes para el Pelusa... y también de comparaciones entre Messi y Maradona. Se reabrió el debate de quién era el mejor futbolista de la historia, si Lionel o Diego.
Maradona en una imagen de archivo / Redes
Como es evidente, la discusión no llegó a ningún sitio. Sencillamente hay quien cree que el del FC Barcelona es superior mientras hay otros que consideran que el mito del Nápoles fue inigualable. Pero es complicado que alguien vaya a cambiar de opinión salvo que Leo pueda lograr aquello que encumbró a Maradona: el Mundial.
Messi dejó a un lado las comparaciones para mandar ánimos a uno de sus ídolos. ¡Fuerza, Diego!