El intercambio de Arthur Melo por Miralem Pjanic que hicieron FC Barcelona y Juventus tampoco acaba de convencer a mucha gente en Turín. A pesar de que la afición azulgrana no quería que Melo se marchara del club, pues consideraban que tenía proyección en Barcelona y que se adaptaba al estilo Barça, Pjanic lo ha reemplazado.
Lo cierto, es que este martes, en la primera victoria del FC Barcelona en Turín (0-2), las tornas se invirtieron. Pjanic fue titular, sustituyendo a Sergio Busquets y haciendo pareja en el doble pivote del mediocampo con Frenkie De Jong. Y aunque el bosnio fue uno de los peores jugadores azulgrana en el partido, por su parte, Melo ni siquiera fue titular.
Pjanic ante la Juve / FC Barcelona
El brasileño exazulgrana entró en el minuto 83, y tampoco hizo ninguna acción destacable, nada de nada, su cambio pasó totalmente desapercibido. Además, Melo suele ser suplente en el equipo de Turín, lo que demuestra que, a pesar de tener sólo 23 años y mucha proyección, no rinde tampoco en el juego del equipo italiano.
Sus problemas con el Barça
Se podría decir que Arthur acabó echándose a sí mismo del Barça por acumulación de polémicas. Que sí a finales de 2019 se fue a Andorra a practicar snowboard (deporte que carga las rodillas y las articulaciones), que su salidas nocturas con Neymar, que si condujo un patinete eléctrico sin casco y con manejando el móvil al mismo tiempo… Pero la peor de todas fue cuando se cayó del ‘11’ de Ernesto Valverde de un día para otro.
La versión oficial del club fue que era baja por una pubalgia. Pero durante todo ese tiempo, en las redes corría el rumor de que Melo había contraído una enfermedad de transmisión sexual, la gonorrea. Y el club, tampoco lo desmintió.
Arthur viendo un partido como suplente /REDES
Polémicas aparte, la afición culé seguía confiando en el mediocentro brasileño. Pero, en el pasado mercado de verano, el Barça no dudó en quitárselo de encima, por si acaso sus escándalos podían ir a peor, a cambio de Pjanic, que tampoco ha destacado aún vestido de azulgrana pero que al menos no da de qué hablar.