Dos proyectos en horas bajas se verán las caras en el primer clásico del año. Después de un verano incierto en las oficinas del conjunto blaugrana, es hora de saber si esta plantilla dará la talla llegado el momento.

Un Camp Nou sin público ansía acoger la victoria del FC Barcelona ante el Real Madrid. Si hay algún momento de poder vencer al conjunto blanco, este parece ser el idóneo. El conjunto de Zinedine Zidane llegará al templo de su eterno rival tras dos derrotas consecutivas e inesperadas. La primera ,en la competición doméstica ante el Cádiz CF, un recién ascendido, y la segunda en la UEFA Champions League ante el siempre correoso equipo ucraniano del Shakhtar Donetsk.

Favorito en las apuestas

Por su parte la escuadra de Ronald Koeman, partirá como favorito en el encuentro según las apuestas de Barcelona-Real Madrid, pero no deben confiarse con esos pronósticos halagüeños. Después de la victoria en Liga de Campeones ante la cenicienta del grupo, y su derrota en su desplazamiento a Getafe en la Liga Santander, el partido ante el Real Madrid se antoja como la primera final del curso.

En caso de victoria, el optimismo reinaría en toda la ciudad condal, con la ilusión de que su equipo pueda volver a hacerse con el cetro de la competición doméstica. En cambio, una derrota, traería las nubes sobre el conjunto de Bartomeu, que puede acabar el choque con la dimisión del presidente, debido a la moción de censura que han promovido miles de socios del club. Un mal resultado precipitaría todos los acontecimientos, sembrando una incertidumbre en Can Barça que no ayudaría al rendimiento deportivo de la plantilla en el corto plazo.

Optimismo de primeras

Los culés siempre son optimistas por naturaleza, y no hay que ponerse en lo peor. A todos los aficionados les deben venir a la mente aquellos “clásicos” de la última década en los que maravillaron al mundo.

A todo ello, hay que sumar que el Real Madrid llegará con muchas bajas a la cita. Especial relevancia tiene el lateral derecho, puesto que Zidane deberá alinear a algún jugador que no sea su posición natural ante las bajas de Odriozola y Carvajal por sanción. Koeman y sus chicos deben aprovechar esta tesitura, y que la banda izquierda del ataque blaugrana sea un auténtico ciclón con la dupla Ansu Fati y Jordi Alba.

Sea como sea, es seguro que este primer gran clásico de la temporada no dejará indiferente a nadie. El equipo que salga mal parado del choque, tendrá que afrontar semanas muy duras por toda la presión ambiental que se generaría.

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