Salir del FC Barcelona no es siempre sinónimo de fracaso. No son pocos los futbolistas que, ante la falta de oportunidades, se vieron obligados a marcharse del Camp Nou por la puerta de atrás, sin ni siquiera demostrar su potencial. Y visto en perspectiva, seguramente fue la mejor decisión en su carrera deportiva.
Thiago Alcántara, Mauro Icardi, Adama Traoré u Onana son algunos de los ejemplos más significativos. Y el último en añadirse a esta lista podría ser Carles Pérez. El canterano fue desterrado a la Roma el pasado mercado de invierno. Empezó el curso en buena dinámica con el cuadro catalán, pero finalmente no convenció a Setién, que le comunicó que no contaba con él. Además, fue también una pieza importante para reflotar las arcas del club culé. Se sacaron 11 millones de euros por él.
Carles Pérez, presentado como nuevo jugador de la AS Roma / AS Roma
Sin ser un titular fijo, el extremo español está teniendo cada vez más importancia en el equipo italiano. Especialmente desde el banquillo, está teniendo un papel determinante en el conjunto romano. El curso pasado, solo se perdió tres choques desde que llegó a Roma. Y este año, está preparado para asaltar el once y ser una pieza insustituible en el esquema de Paulo Fonseca.
Se disfraza de Messi
Si protagoniza actuaciones como la del pasado fin de semana, no tardará en ser un fijo en el ataque romano. Carles Pérez tuvo un peso importante en la victoria de su equipo ante el Benevento (5-2). Entró en la segunda mitad, y en los 12 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para sus rivales.
Culminó su breve pero intensa actuación con un golazo espectacular que podría haber conseguido el mismísimo Leo Messi. El canterano recibió la pelota más allá del medio del campo e hizo una conducción hasta la frontal del área, driblando dos rivales, para sacar un fuerte lanzamiento que acabó en el fondo de la red.
Otro de los héroes del enfrentamiento fue otro exblaugrana, Pedro Rodríguez, que sumó un gol y dos asistencias. La Masía saca pecho en la Roma, en un momento donde el primer equipo del Barça está mostrando carencias importantes de cara a portería. Bartomeu decidió apostar por grandes fichajes, como Dembelé o Griezmann, en lugar de cuidar a lo que tenía en casa. Una decisión que de momento no le está funcionando a la perfección.