A Luis Suárez no le gustaron las formas que tuvo el FC Barcelona de comunicarle su salida del club. El nuevo entrenador, Ronald Koeman, fue el elegido por la directiva para comunicarle su necesaria marcha, a través de una simple llamada. Algo que no gustó al charrúa ni tampoco a su entorno.
Asimismo, el club azulgrana también quiso paralizar su salida y no dejarle irse al equipo donde deseaba jugar: el Atlético de Madrid. Finalmente, el delantero se salió con la suya, pero no olvida todas las trabas y como se comportó la directiva con él, tras seis años donde se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia del Barça.
Josep Maria Bartomeu con Luis Suárez en su despedida / FC Barcelona
Suárez se marchó enfadado con la directiva de Bartomeu. Es evidente. Y quedó todavía más patente tras la última y tremenda rajada del atacante uruguayo. En una entrevista para el canal ESPN, aseguró que no le "gritaría un gol" al equipo azulgrana si le marca alguno, pero afirmó que señalaría a los que considera responsables de su salida.
Y, sin pelos en la lengua, apuntó directamente a la cúpula del club culé: "El respeto que me había ganado dentro de la cancha me lo merecía antes de enterarme por la prensa. Que venga un entrenador diciendo que no cuenta conmigo cuando ya la directiva dijo que iba a haber cambio de jugadores te genera dudas de si fue el entrenador o la directiva".
¿Desterrado por ser amigo de Messi?
Además, el nuevo jugador colchonero sugirió que su "gran relación" con Lionel Messi pudo haber influido en la determinación de declararlo prescindible."Nos buscábamos constantemente, pero por el bien del equipo. Capaz querían que juegue con más compañeros. Eso puede ser algo que tenga que ver. No le encuentro ningún motivo de que quieran separarnos porque nos llevábamos bien dentro de la cancha", analizó.
Por otra parte, también atacó a la estrategia de fichajes del Barça en los últimos años, especialmente para las posiciones ofensivas. "Hace tres años que vengo diciendo que el Barcelona necesita un 9 joven para ir adaptándose. Nunca trajeron a alguien que me pudiera competir, siempre estuve a la altura de lo que necesitaba el club", declaró el delantero.
Luis Suárez, junto a su amigo Leo Messi | EFE
Finalmente, también opinó sobre su nuevo entrenador en el Atlético de Madrid, el argentino Diego Simeone, y afirmó que no le "sorprendió para nada" su forma de trabajar porque ya sabía qué clase de técnico es."Es muy estricto, trabaja mucho la parte táctica. Encontré un grupo humano muy bueno, con muchísimas ganas y mucha ambición, con ganas de crecer y ganar cosas", manifestó.