La anécdota con el Tata Martino que desvela el excesivo poder de Messi en el Barça

El barcelonismo recuerda la temporada 2013-14 como una de las peores en lo que va de siglo. Tras vivir cuatro años gloriosos con Pep Guardiola y la Liga de los 100 puntos con Tito Vilanova, el FC Barcelona se quedó casi en blanco. El equipo, dirigido aquella temporada por el 'Tata' Martino, dejó escapar la final de Copa contra el Real Madrid y la Liga ante el Atlético de Madrid en la última jornada. El conjunto colchonero se convirtió en su gran rival esa temporada, ya que también les dejó fuera en los cuartos de final de la Champions. 

Solo la Supercopa de España salvó a los culés de una temporada sin títulos donde el técnico argentino fue el gran señalado. Hace unos meses, ya reconoció que fue "la peor temporada de mi carrera", y este lunes han aparecido nuevos detalles que demuestran su miedo a dirigir a ciertos jugadores del Barça. Entre ellos, Leo Messi. 

El Tata Martino, dirigiendo a Messi en su etapa en el Barça | EFE

Así lo reconoció Andoni Zubizarreta, en aquel momento director deportivo del club, en una una charla con Vicente del Bosque para El País. "El Tata Martino, cuando estaba en el Barça, le decía a Leo: 'Ya sé que si usted llama al presidente me echa, pero coño, no hace falta que me lo demuestre todos los días. Ya lo sé". Un nuevo ejemplo de que el poder del 10 en el Camp Nou va mucho más allá del terreno de juego. 

Compite contra si mismo

Asimismo, Zubi aseguró, en su opinión, cuál era el gran problema de Messi a la hora de convertirse en un líder dentro del vestuario. "No ha sabido mostrar la imagen de un jugador de barrio, es decir, la de ser muy buen compañero, tener buen comportamiento en el club para ser un futbolista ideal. Su gran problema es que compite contra si mismo”, apuntó.

Leo Messi en un encuentro del Barcelona / EFE

Finalmente, Zubizarreta también habló del culebrón del verano, la marcha fallida del capitán. “Hay jugadores que representan mucho más que ser un gran jugador y Leo es de esos. Su pérdida habría que haberla medido desde la perspectiva de la pérdida de un futbolista en sí y la pérdida para la competición, para los chavales que se fijan y quieren ser los mejores”