Arthur Melo ha dicho definitivamente adiós al Barça y la ciudad de Barcelona. Este lunes, el centrocampista brasileño empezará su andadura en la Juventus de Turín, equipo al que fue traspasado por 72 millones de euros. Pese a las últimas polémicas de su salida, con un accidente y un positivo por alcoholomia incluido, el exjugador culé ha decidido despedirse de forma elegante y emotiva, a través de un mensaje en sus redes sociales personales.
"Las despedidas son siempre difíciles, pero más aún si es para dejar atrás un lugar que ya es mi casa, una ciudad increíble que se queda para siempre en mi corazón, donde todos me acogieron como un catalán más. Me descubrieron una nueva cultura y me ayudaron a crecer como jugador y sobretodo como persona. Me despido de un grupo de jugadores impresionantes, me siento muy afortunado de haber jugado con ellos, pero sobretodo muy agradecido de haber tenido su apoyo como amigos, personas con un corazón enorme. Y de una afición que me conquistó desde el primer día. me llena de orgullo ser culé y haber defendido uno de los escudos más importantes del mundo, que me demostró un cariño y un respeto que nunca olvidaré. Hoy toca decir adiós, pero llevándome un pedazo de todo lo que viví aquí para siempre en mi corazón. Gràcies per tot, Barcelona”, escribió, junto a un vídeo donde aparecen imágenes suyas en la capital catalana y en partidos con el FC Barcelona.
Salida por la puerta de atrás
Por tanto, Arthur Melo ha querido poner el punto y final a su etapa en el Camp Nou con una despedida sincera, y emotiva, dirigida especialmente a la afición. Todo, tras unas semanas donde ha sido gran protagonista de la actualidad azulgrana, tras sus faltas de compromiso y profesionalidad.
Tras cerrarse su salida a la Juventus, su rendimiento en los entrenamientos no fue el esperado. Lo que llevó a Quique Setién a prescindir de él. Por lo que decidió declararse en rebeldía, y no presentarse tras las vacaciones. El club le abrió un expediente disciplinario.
Arthur Melo, en el banquillo del Barça | EFE
Finalmente, decidió volver a Barcelona para negociar la rescisión de su contrato. Una negociación que concluyó tras la debacle en Champions. Por tanto, Arhur decidió decir adiós a la afición de forma cariñosa, mientras que no ofreció ningún comentario sobre una directiva contra la que acabó muy molesto.