Podrían ser las últimas horas de Quique Setién como entrenador del Barça. La derrota histórica ante el Bayern de Munich acabó de condenar a un técnico cántabro muy discutido por todas las esferas del club azulgrana. En el FC Barcelona tienen varios nombres sobre la mesa para sustituirle, pero el que suena con más fuerza en estos momentos es Mauricio Pochettino.
Una opción que podría haber llegado ya en el mes de enero, pero que finalmente Bartomeu y Abidal decidieron no arriesgarse por él. En parte por su pasado perico, pero también por unas declaraciones que protagonizó en el pasado, y que habrían comportado un incendio importante en el barcelonismo.
Quique Setién en el banquillo durante el Barça-Bayern / EFE
Fue a principios de 2018, cuando aseguró que "nunca voy a ser entrenador del Barcelona o del Arsenal porque estoy muy ligado al Espanyol y al Tottenham. Yo he crecido en Newell’s Old Boys y nunca entrenaré a Rosario Central. Prefiero trabajar en mi granja de Argentina que ir a entrenar a ciertos clubes”. Unas declaraciones que, ante la posibilidad de dirigir el Barça, ha tenido que rectificar.
"Ahora no diría que nunca entrenaré al Barça"
“Hay que explicarlo bien. Estuve en Barcelona ese año y me encontré con Bartomeu en un bar. Nos saludamos porque llevábamos los hijos al mismo colegio y estuvimos cinco minutos de cháchara. Eso generó un rumor que hizo saltar alarmas porque había más equipos que nos querían, y cuando me preguntaron quise zanjarlo de forma drástica; no quise faltar al respeto al Barcelona. Se pueden decir las cosas de forma diferente. El Espanyol me ha hecho un nombre. Pero no soy arrogante y no me gustó hacer una declaración como esa. Quizá ahora no lo haría porque en la vida nunca se sabe qué pasará”, matizó Pochettino en una entrevista a El País.
Ante las posibilidades de ocupar el banquillo del Camp Nou, el argentino se ha visto obligado a rectificar. Un gesto que convenció al club azulgrana, y que podría acabar de persuadirlos para que apuesten por él en los próximos días. De hecho, antes de la debacle de Lisboa ya se había producido un acercamiento entre Pochettino, Bartomeu y Ramón Planes.
Mauricio Pochettino en un partido del Tottenham / EFE
Se trata de una opción que cuenta con la aprobación de gran parte del vestuario, incluído Leo Messi. Una alternativa para poner orden, y rebajar la tensión mientras se ultima la convocatoria de las elecciones. Sin trabajo desde noviembre, Pochettino lleva prácticamente nueve meses esperando esto. La oportunidad de dirigir a uno de los más grandes del mundo, y tener vía libre para hacer una limpieza en el vestuario cada vez más necesaria.