Por la situación en la que llegaba el Barça B, el ascenso a Segunda Divisón era una completa gesta. El filial azulgrana llegaba al playoff de ascenso con una plantilla completamente distinta a la de todo el curso. El técnico García Pimienta no pudo contar con Chumi, Kike Saverio, Guillem y Sergi Puig después de que terminaran sus contratos ni con Hiroki Abe por la grave lesión que sufrió en febrero. Tampoco con Álex Collado, baja de última hora.
A todas estas bajas se le sumó también Riqui Puig y Ansu Fati, a los que Quique Setién y el club culé no dejaron ayudar al filial, para no correr el riesgo de que se lesionasen. En cambio, sí obtuvo permiso Ronald Araujo, que para más inri, se tuvo que marchar lesionado y peligra su presencia en la Champions con el primer equipo.
Una acción del partido entre el Barça B y el Sabadell | FCB
Sobre todo esto, se lamentó el técnico del filial culé tras la derrota contra el Sabadell en la final del playoff de ascenso. El Barça B se quedó a solo un triunfo de cumplir la gesta, no obstante finalmente la mala fortuna se cebó con ellos, y destrozó por completo el sueño.
Nueve juveniles
Tras todos estos inconvenientes, García Pimienta solo pudo contar con 12 jugadores del filial: Iñaki Peña, Lazar Carevic, Morer, Jorge Cuenca, Mingueza, Monchu, Jandro, Ramos Mingo, Akieme, Matheus Pereira, Reyes y Rey Manaj. Por eso, el técnico tuvo que recurrir a nueve futbolistas del Juvenil A azulgrana: Ramon Vila, Álvaro Sanz, Konrad, Nico, Nils, Ilaix, Mika, Jaume Jardí y Gerard Fernández.
Garcia Pimienta dando órdenes a sus jugadores / FC Barcelona
"Hay jugadores que formaban parte de esta plantilla y no han estado con nosotros. Hemos tenido que competir con nueve juveniles", afirmó García Pimienta, en la rueda de prensa posterior a la derrota contra el Sabadell. Pese a que aseguró que "Ansu y Riqui Puig están en el primer equipo por méritos propios y se han ganado estar ahí", sí lamentó que "si les hubiesemos tenido, igual que a los futbolistas que acababan contrato el 30 de junio, hubiésemos sido más fuertes". No obstante, aseguró que "estoy muy orgulloso de toda la plantilla".
Todos los elementos se juntaron para que el Barça B no consiguiese el ascenso a Segunda División. Como mínimo, el equipo murió con las botas puestas y fiel a su estilo. La derrota entristece. Pero nunca fue el objetivo, sino un premio, tal y como afirmó el entrenador del filial hace unos días: "el verdadero propósito del Barça B es formar jugadores para que lleguen al primer equipo y competir". Y con Ansu y Riqui, se ha hecho un buen trabajo.
La mala fortuna de Bartomeu
Bartomeu viajó hasta Marbella para presenciar de primera mano el partido de los jóvenes. No obstante, no pudo celebrar el triunfo. Igual que tampoco pudo en la final de la ACB, que el conjunto azulgrana dejó escapar ante el Baskonia. La mala fortuna persigue al presidente en las últimas finales.
Bartomeu, en el partido del Barça B contra el Sabadell | FCB
Tras la derrota, el máximo dirigente azulgrana quiso enviar un mensaje de apoyo y ánimo a través de sus redes sociales: "Máximo reconocimiento a nuestros jóvenes y al staff técnico del @fcbarcelonaB. El ascenso no se ha podido lograr, pero eso no quita mérito a la forma que tenéis de entender el fútbol y al orgullo que sentimos por vosotros. Un paso más en vuestra formación. Força Barça!".