El Barça B dio un paso de gigante en sus aspiraciones por ascender a Segunda División, después de vencer, con una convocatoria plagada de juveniles, al Real Valladolid Promesas (3-2). García Pimienta no pudo contar con jugadores importantes como Riqui Puig, Ansu Fati y Ronald Araújo --con el primer equipo--; ni con el lesionado de última hora Álex Collado, no obstante tiraron de garra y épica para seguir vivos en el Playoff de ascenso.
Este lunes, el filial azulgrana conoció su próximo rival para luchar por subir a la categoría de plata. Sin que haya sido necesario sorteo, ya que los criterios (primero contra cuarto y segundo contra tercero sin coincidir los del mismo grupo) se cumplieron directamente con los ocho equipos clasificados, el cuadro azulgrana supo que su próximo escollo para ascender será el Badajoz.
El Barça B celebrando el gol de Konrad contra el Real Valladolid Promesas / FC Barcelona
El Barça B celebrando el gol de Konrad contra el Real Valladolid Promesas / FC Barcelona
El encuentro se disputará este jueves, a las 20.00 horas en Algeciras. El conjunto de Extremadura, tercero del grupo 4, se clasificó para las semifinales en una fatídica tanda de penaltis ante el filial del Athletic Club. Si los de García Pimienta consiguen la victoria, obtendrán un billete para la última eliminatoria, que disputarán el domingo con dos plazas más para la División de Plata tras las conseguidas ya por Logroñés y Cartagena.
Con Araujo, pero sin Ansu ni Riqui
Tal y como informamos en Culemanía, para el decisivo choque García Pimienta podrá contar de nuevo con el central Araujo. En cambio, finalmente Setién no ha accedido a que Ansu Fati y Riqui Puig viajen a Marbella para ayudar al filial, ya que no se quiere poner en riesgo su presencia en la Champions.
Araujo, en un entrenamiento con el primer equipo | FCB
Araujo, en un entrenamiento con el primer equipo | FCB
Hay que destacar que el ascenso del Barça B a Segunda División es uno de los grandes objetivos de club de cara a la próxima temporada. Una meta a la que dan mucha importancia en los despachos del Camp Nou por la posibilidad de que los jugadores del filial puedan ayudar de forma más frecuente al primer equipo sin que las diferencias sean tan elevadas. Además, comportaría unos ingresos de cerca de 10 millones de euros.