El coronavirus ha vuelto a hacer acto de presencia en Barcelona. Tras superar una primera ola de contagios, el número de casos ha vuelto a crecer exponencialmente en los últimos días. En total, se han confirmado 33 brotes activos y 346 contagios en las últimas 24 horas.
Ante esta situación, y para evitar de nuevo un confinamiento total por parte de la población, lo que sería un desastre a nivel tanto económico como social, las autoridades han decidido tomar medidas de prevención más severas para controlar estos brotes. Una serie de restricciones especialmente en el ámbito del ocio: se cerrarán discotecas, se controlará el límite para bares y terrazas, y se prohibiran las aglomeraciones y encuentros entre más de diez personas.
Tres chicas, paseando por la Rambla con mascarillas | EFE
Además, pese a que no se ha prohibido a sus habitantes salir de casa, sí se ha instado a que, siempre que sea posible, se evite dejar sus residencias, o viajar a otros territorios durante los próximos 15 días. Una situación crítica, y que podría ir a peor en los próximos días si los números no mejoran. Un confinamiento total vuelve a surgir como opción, lo que pondría en peligro la Champions en el Camp Nou.
Calma pese a los rebrotes en Barcelona
El próximo 8 de agosto, el Barça jugará ante el Nápoles la vuelta de los octavos de final de la Champions League. Tras el empate a 1 de la idea, los culés intentará certificar su pase a cuartos y evitar la primera temporada sin títulos desde hace 12 años. Un choque que finalmente está previsto que se dispute en el Camp Nou, pese a que la UEFA consideraba más seguro que se jugase en Portugal, donde tendrá lugar la fase final de la competición.
La situación en la ciudad contal se agrava por momentos. Y si el número de brotes no mejora con las actuales medidas de prevención, el enfrentamiento entre catalanes e italianos corre un importante riesgo. Si el contexto se convierte en insostenible, los dirigentes de la competición no dudarán en cambiar la sede. La salud de los jugadores debe estar por delante de todo.
Leo Messi, en el encuentro de ida ante el Nápoles | EFE
De momento, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, quiso hacer un llamamiento a la calma, y aseguró que pese al creciente número de casos, el encuentro podrá disputarse con total seguridad en el Camp Nou. Sin embargo, ante la incertidumbre actual, es complejo hacer predicciones a prácticamente un mes vista. Será la responsabilidad de las mismas personas las que permitirá que todo vuelva a la normalidad, y el Barça-Nápoles pueda jugarse tal y como estaba previsto.