Dani Alves recuerda lo bien que se lo pasaba jugando con Messi: otros tiempos

Tiempos complicados en Can Barça. El conjunto azulgrana perdió definitivamente la Liga este jueves al caer ante Osasuna en el Camp Nou. Salvo milagro en la Champions, el equipo catalán se quedará en blanco por primera vez en 12 temporadas. Esta crisis lleva a los culés a rememorar mejores tiempos. Y no lo hacen solo los aficionados, sino también Dani Alves, que recordó sus mejores momentos con Messi en el FC Barcelona.

El lateral brasileño es un ídolo de la afición blaugrana, en especial de todos aquellos seguidores nacidos a finales de los 80 y en la década de los 90. Es, sin duda alguna, el mejor lateral de la historia de la entidad. Defendió el escudo del Barça durante siete temporadas, en las que 391 encuentros, marcó 21 goles y dio 100 asistencias.

Reflexión

Alves dejó una reflexión en su cuenta de Instagram acompañando el vídeo con Leo Messi. El futbolista carioca aseveró que "el fútbol es un gran ejemplo para la vida. Quien domina el juego, domina el objetivo. Es una gran paradoja que ejemplifica que todo lo individual es colectivo y todo lo colectivo es individual".

El ahora jugador del Sao Paulo brasileño concluyó que "tener suerte es mover energías trascendentales en la materia, y tener azar es sentarse en el sofá esperando que llegue la suerte".

Más allá de las palabras de Alves, el vídeo que comparte es verdaderamente espectacular. Se ve al carioca y Messi hacer diabluras con el balón y marear a sus rivales sin ningún tipo de compasión. Los equipos que se enfrentaban a ese Barça podían hacer poco más que ir detrás del esférico y esperar una pérdida.

Sociedad imparable

El lateral brasileño es uno de los mejores socios que ha tenido Leo en su carrera. Se entendían como nadie sobre el terreno de juego. Cuando estaban a pocos metros, el 10 sabía donde poner el balón para el 2 y viceversa. Esa banda derecha, con Xavi en el centro del campo, dio muchas alegrías al FC Barcelona.

No hay otro como Dani. Al menos de momento. El equipo azulgrana lleva cuatro años buscando al nuevo Alves y el tiempo ha demostrado que ni Semedo ni Sergi Roberto lo son. Es un futbolista que dejó huella y por el momento el Barça ha sido incapaz de encontrar a un jugador similar.