Salvar los presupuestos eran el gran objetivo del Barça de Bartomeu en estas últimas semanas. A causa de las pérdidas provocadas por el coronavirus, el club culé necesitaba un ingreso extra en forma de ventas para cuadrar los números. Y finalmente lo ha acabado consiguiendo. Eso sí, con el riesgo de haber llevado a cabo un movimiento contraproducente a nivel deportivo.
El sacrificado fue finalmente Arthur Melo, que se marchará traspasado a la Juventus a cambio de 72 millones de euros más diez en variables. Una cantidad que gastará el club culé en gran parte para traer a su reemplazo, Miralem Pjanic. Eso sí, hay que destacar que ambos jugadores no se unirán a la dinámica de sus nuevos equipos hasta que acabe el curso actual.
Arthur en un partido del Barça / EFE
Por eso, y pese a la manera en que cuerpo técnico y directiva le han tratado, Arthur aseguró a todos sus compañeros su máximo compromiso hasta el último día de defienda la elástica azulgrana. Un fichaje sorprendente en el que también se beneficiará el club de origen del carioca, el Gremio, que se reservó un 3,51% de una futura venta.
2,52 millones al Gremio
Por tanto, siguiendo los cálculos, la entidad de Porto Alegre percibirá 2,52 kilos de los 72 millones fijos (más 10 variables) en que se ha valorado el pase de Arthur, que jugará en Turín las próximas cinco temporadas. El FC Barcelona se fijó en Arthur después de que en 2017 levantase la Copa Libertadores, y fuese designado mejor jugador del torneo.
Arthur, en un partido con el Gremio de Porto Alegre | REDES
No obstante, la irregularidad ha sido la nota predominante de sus tres temporadas como futbolista azulgrana. Es innegable que cuenta con las características necesarias para el juego de posición que se practica en Barcelona. De hecho, su control de partido y toque de balón enamoraron desde el primer momento al barcelonismo, recordando al mismísimo Xavi Hernández. Sin embargo, los problemas físicos no le han permitido demostrar que merece ser una pieza clave en la formación. Y es por eso que finalmente, y ante la necesidad económica, ha sido el gran perjudicado. Una operación que aplauden en el Gremio.