La crisis del coronavirus ha comportado cambios significativos en el mundo, y también en el fútbol. Tras la suspensión durante más de dos meses de las grandes competiciones, se han retomado los encuentros. Eso sí, con diferencias susceptibles para asegurar las medidas sanitarias y evitar contagios, como la prohibición de público en los estadios o controles constantes.
No obstante, el gran cambio que ha provocado la pandemia esta temporada ha sido la reorganización del fútbol europeo. La UEFA decidió dar prioridad a las ligas nacionales, para poder dejar el mes de agosto libre para la Champions. Además, también se decidió cambiar el formato y la sede de la final.
Imagen del trofeo de la Champions League | EFE
Tras muchas semanas de incertidumbre, finalmente el máximo organismo del fútbol europeo anunció que el torneo se decidiría en una final a 8, a partido único y sin aficionados en las gradas, y en la ciudad de Lisboa, a causa de la poca presencia de la pandemia en la ciudad portuguesa. No obstante, un nuevo brote podría poner en peligro el desenlace de la máxima competición de clubes en Europa.
Confinamiento en Lisboa
Y es que el gobierno de Portugal ha decretado este jueves el confinamiento de 19 de los 24 distritos de la capital lusa, que ya concentra el 77% de los 311 casos registrados en las últimas 24 horas. Además, se ha intensificado el control en la zona, en el que se ha limitado a no más de diez personas las reuniones desde el pasado lunes. E incluso se han cerrado las fronteras terrestres con España hasta el 1 de julio.
Todo, a poco más de un mes para que Lisboa acoja la nueva fase final de la actual edición de la Champions. Un contexto que obligará a los máximos mandatarios de la UEFA a vigilar muy de cerca la situación, ya que no podrán obligar a los equipos, por su salud, a viajar todos juntos a un foco importante de coronavirus.
El estadio Da Luz de Lisboa apunta a nueva sede de la final de la Champions | Benfica
No obstante, en Portugal se mantiene la calma. “Los números muestran que no hay descontrol, lo habría si hubiera más del doble de casos presionando el número de ingresados en cuidados intensivos”, explicó el presidente Marcelo Rebelo de Sousa. De momento, la capacidad de dichas UCI en Lisboa ya está a un 87% ocupada, aunque “ningún hospital está en una situación en la que no se consiga acomodar las necesidades hasta ahora apuntadas", reveló Jamila Madeira, secretaria de Estado adjunta de Salud.