La secretaría técnica del Barça sigue perfilando la plantilla de cara al curso que viene. Las pérdidas provocadas por la crisis del coronavirus obligarán al club culé a realizar grandes inversiones de forma muy puntual, y aumentar su confianza en cedidos y en canteranos. Un contexto idóneo para que Ronald Araujo consiga hacerse con un hueco en el primer equipo.
El central charrúa, de solo 21 años, cuenta con unas características muy parecidas a Jean-Clear Todibo. Una gran presencia física, buena colocación, capacidad de avanzarse a la jugada, notable en el juego por alto, etc. No obstante, el hecho de que el francés cuente con mucho más cartel en Europa lo convierte en una baja prácticamente segura el próximo verano.
Lo que abre las puertas al zaguero del filial a ser el cuarto central el curso que viene. Y con muchas opciones de ser importante. Piqué, con 33 años, empieza a entrar en la fase final de su carrera; y los problemas de Umtiti en sus rodillas hacen que no sea una alternativa totalmente fiable. En este sentido, Araujo, junto a Lenglet, son considerados por la cúpula del Barça como sus defensas con más futuro. Y la temporada que viene, el defensa uruguayo tendrá la oportunidad de devolver esta confianza y demostrar que está preparado.
En el buen camino
Su buen trabajo sigue teniendo recompensa. Tras el confinamiento, Quique Setién decidió contar con él desde el primer momento, e incluso apostó por él como titular (la primera en su carrera con el primer equipo) en el choque ante el Mallorca. En Son Moix, acabó de doctorarse. Protagonizó un partido muy serio y solvente, donde ganó prácticamente todos sus duelos e incluso estuvo cerca de ver portería.
Precisamente, en el programa Què T'hi Jugues de la Cadena Ser, comentaron que el técnico azulgrana, en un principio, era escéptico con Araujo. No obstante, el joven central acabó de convencerle tras unos ejercicios de uno contra uno con Luis Suárez en un entrenamiento.
Ronald Araujo, en una imagen de archivo | EFE
También explicaron algunos secretos de su vida privada, como su carácter de montaña y su fe religiosa. Además, también se aseguró que cuenta con un gran olfato goleador, ya que hasta los 17 años jugaba de delantero. No obstante, cuando llegó al Barça todo cambió.
Asimismo, se dieron detalles sobre su llegada a La Masía. Pese a no contar con un ADN Barça, se trató de una apuesta personal de la Dirección Deportiva, de Abidal y Ramon Planes. Su presencia física y carácter le avalaban. Y finalmente, el conjunto azulgrana consiguió adelantarse a Real Madrid y Atlético, que tambén le seguían de cerca, e invertieron dos millones en su fichaje, ya que vieron en él potencial para ser el defensa del futuro. Veremos si acaba cumpliendo las altas expectativas dispositadas en él.