El camino para llegar a la élite del fútbol es muy dispar. Muchos de ellos tuvieron que superar varias dificultades y una infancia complicada para poder continuar su carrera futbolística. En éste aspecto, por lo tanto, muchas de las historias más duras las han tenido que pasar jugadores sudamericanos, africanos o inmigrantes que salieron de su país en busca de un futuro mejor.
En el caso del Barça, por ejemplo, es bastante conocida la historia de Leo Messi. El argentino creció en un entorno muy humilde y su fichaje por el club azulgrana también se explica por esta situación. River Plate se interesó por él y pasó las distintas pruebas deportivas. Sin embargo, los ‘millonarios’ se negaron a pagarle su tratamiento médico de crecimiento.
Él mismo lo relató en Fox Sports. “Me dijeron que traiga el pase y que se haga cargo del tratamiento que Newell’s nunca me pagó eso. Cuando fui a buscarlo, me sacaron cagando. Me acuerdo que peleamos y nunca me lo dieron. River me iba a pagar el tratamiento. Newell´s no me bancó en ese aspecto, nunca me pagó. Mi vieja renegaba para que nos puedan ayudar pero era complicado en esa época. Cuando fui a buscar el pase, no me lo dieron y después surgió lo de Barcelona", afirmó.
De este modo, el Barça sí que se ofreció a pagarle la medicación que desarrolló en el Hospital de Nens de Barcelona.
Otros casos de grandes estrellas
Asimismo hay otros futbolistas azulgranas que tampoco tuvieron facilidades en su etapa de formación, como Luís Suárez. Un amigo suyo explicó en ESPN que “era muy pobre y era un niño peleador callejero. Incluso hacían apuestas en sus peleas. Confieso que eso me impresionó. La gente lo puso a pelear en la calle para ganar dinero".
Esa dureza en la infancia, por lo tanto, la convirtió en motivación para aprovechar las oportunidades que le vinieran. “Me dijo que siempre pensó: 'La primera oportunidad que tenga de jugar futbol, que es mi sueño, lo haré lo mejor que pueda y no lo dejaré pasar'”, detalló su amigo.
Esa garra por cada instante aún la demuestra a día de hoy. El uruguayo se implica en las tareas defensivas y que intenta buscar la ventaja ante el defensor de cualquier manera.
Asimismo, Alexis Sánchez tuvo que empezar a trabajar con 10 años como lavador de coches o Carlos Tévez vio como su familia no tenía dinero para comprar comida cuando él ya había debutado con Boca Juniors.
El ejemplo de Keita Baldé
El hecho de haber pasado por alguna de esas situaciones también provoca que, una vez que consiguen unos grandes ingresos a través del fútbol, se vuelquen en ayudar a aquellas personas más desfavorecidas. Uno de las últimos que más se ha implicado ha sido Keita Baldé, delantero del Mónaco y formado en La Masía.
El coronavirus y el parón de la actividad económica dejó a 200 temporeros de su ciudad natal, Lleida, a tener que dormir en la calle. De este modo, el futbolista quiso ayudarles dándoles un alojamiento donde poder descansar.
El propio Baldé lo explicó en su Instagram: “He querido ayudar a los temporeros. Estaban en la calle, sin comida y sin nada. Trabajan 12 horas al día, no paran. La mayoría son senegaleses y he querido hacer lo que está en mis manos para facilitarles su estancia”, detalló.
A su vez, también denunció las dificultades para encontrar un alojamiento para esas personas. “Para alquilar una vivienda te crean problemas. Aunque tengas todos los recursos y todos los papeles, te ponen problemas. La situación habla por sí sola”, manifestó. Finalmente pudo alquilar un inmueble para acoger a 90 temporeros de la campaña de la fruta.