Con la vuelta al fútbol habrá una serie de beneficiados. Entre ellos estarán los bares que podrán impulsar su negocio después de haber estado muchas semanas sin poder abrir. Sin embargo, evidentemente tendrán que hacerlo de acuerdo con las normas actuales lo que también alberga muchas dudas sobre la viabilidad económica.
Lo que es evidente es que el fútbol es un gran nexo de unión de la sociedad y el bar es donde se crean muchas de esas relaciones. En ese sentido es por donde ha ido la campaña bajo el lema ‘Salimos A Remontar’, en el que varios propietarios de bares cuentan las experiencias de su día a día en relación al fútbol. Todos ellos detallan como se vive un partido en su local y los momentos de euforia.
Según un estudio de LaLiga y Mediapro, el fútbol atrae cada temporada a más de 15 millones de aficionados a locales públicos, de los que casi seis millones lo hacen con asiduidad. Algunos de ellos, por lo tanto, podrán asistir ahora a ver a su equipo en estas 11 jornadas que restan para finalizar la competición doméstica, con el pistoletazo de salida del 11 de junio con un Sevilla - Betis.
Asimismo, hace unos días también se anunció el acuerdo al que se había llegado para que las residencias de personas mayores puedan disfrutar del canal que ofrece los partidos de Liga.
Una de las aplicaciones que se ha extendido en los últimos tiempos Futbar, en la que se permite localizar los distintos bares en los que se puede ver el fútbol. Ahora también se ofrecerá un nuevo sistema de reservas y venta de consumiciones anticipadas.
Las dudas
A pesar que el fútbol es un gran revitalizador para los bares, actualmente hay muchas dudas sobre si a los propietarios les saldrá a cuenta abrir sus locales con capacidad restringida. Actualmente algunos bares siguen cerrados a pesar de que los clientes ya pueden ir a consumir manteniendo las distancias de seguridad.
Con la vuelta de la competición, Movistar volverá a cobrar la cuota a los bares, que asciende hasta los 400 euros mensuales. Es por eso que algunos se están planteando no ofrecer el fútbol. “La situación es muy compleja, me planteo no dar el fútbol y apostar por potenciar la terraza y el interior del local. Pero es que nos da mucha vida, el fútbol es nuestro sustento principal”, lamentaba el propietario de un establecimiento que tiene ese dilema sobre la mesa. “No puedo cocinar, servir, vigilar quien entra y todo esto pagarlo con la mitad del aforo del local”, añadía.