La carrera de Leo Messi es prácticamente implacable. Ya suma 16 temporadas en el primer equipo y se ha consagrado como el mejor jugador del mundo. Sin embargo, él mismo y toda Argentina tiene clavada la espina del Mundial. Messi ha disputado cinco mundiales, pero nunca se ha podido llevar la copa a su país. Cuando lo tuvo más cerca fue en 2014, pero se le escapó en la prórroga de la final contra Alemania.
En las últimas semanas, el mundo del deporte ha estado atento sobre qué es ser el mejor jugador en el día a día con el documental ‘The last dance’ que repasa la trayectoria de Michael Jordan y la última temporada de aquellos Chicago Bulls. De este modo, se puede observar la competitividad en la que viven esos personajes.
La eterna comparación
Manel Estiarte, que fue el mejor jugador de waterpolo durante muchos años, detalló en Catalunya Ràdio que Messi y Jordan "son los dos mejores deportistas de control de lo que hacen y de magnitud, de hacer mejor a los compañeros. Podemos hablar de Phelps, Spitz... Pero de llevar un grupo de gente, son estos dos".
El ayudante de Guardiola pudo convivir con Messi en el Barça y estar cerca de él, por lo que cree que "seguramente sus caracteres son diferentes, pero lo que aportan al público y al fútbol, es lo mismo. Cada uno, con su equilibrio, uno con la exageración, el otro con la serenidad y el silencio. Jordan jugaba cada dos días, Messi cada tres. A ellos les exigen siempre. Si como jugador no te metes en las venas esta exigencia, no podrás hacerlo".
La espina del Mundial
Tras el documental de Jordan, también ha habido la demanda del público de realizar otro con grandes deportistas. De este modo su compañero de selección durante años, Lucas Biglia, expuso que "imagino un 'The Last Dance' de Messi con el Mundial".
De este modo cree que sería muy interesante que la gente conociera como es Leo. "Un chico callado, humilde e introvertido. Cuando entrábamos al campo, no lo podíamos parar. Tiraba un caño, era normal, no se reía. Sigue siendo igual, no cambió en nada". De hecho, puede confirmar que "como jugador no hay palabras para describirlo, pero como persona, cien veces mejor", detalló.
Su gran reto en los próximos años será el Mundial de Catar 2022. Biglia fue testimonio del sufrimiento que paso en 2018. "En el último Mundial, ver cómo sufrió la eliminación, es cuando te haces la pregunta. Un tipo competitivo como él... siempre quedan las malas cosas", manifestó.