Ousmane Dembelé está dispuesto a dejar atrás toda la polémica, y centrarse en volver al 100%. Sus últimos meses no han sido fáciles. Tras ser operado en Finlandia de una rotura del tendón proximal del bíceps femoral de la pierna derecha, decidió hacer la cuarentena en Francia. Sin embargo, volvió a provocar un incendio al dar plantón a Quique Setién en una de las videoconferencias que organizó el técnico con toda la plantilla.
Dembelé, en un entrenamiento con el Barça | FCB
Sabe que está ante su última oportunida, y no quiere desaprovecharla. Tras pasar el test del coronavirus en su casa, retomó su proceso de recuperación en la Ciutat Esportiva. Eso sí, separado de sus compañeros, ya que tras anunciarse que su lesión lo dejaría fuera de los terrenos de juego durante más de seis meses, se le dio de baja de la Liga para poder fichar a Martin Braithwaite. Su gran objetivo es llegar a la vuelta de la Champions, programada para el mes de Agosto.
La entrevista más surrealista
El Mosquito siempre se ha caracterizado por ser un futbolista poco hablador, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Los aficionados, en estos tres años, prácticamente no han tenido la oportunidad de conocerlo mejor, ya que sus declaraciones han sido mínimas. Por eso, cada participación antes los medios se agradece.
Esta vez, el francés se prestó al canal oficial del FC Barcelona, para contestar a unas 'preguntas imposibles'. Y la verdad es que el extremo azulgrana dejó auténticas perlas. Así, aseguró que preferiría estar "seis meses sin moverse que callado", que desearía tener un "equipo de hijos" o que su afición a los videojuegos tampoco es tan crítica como se apuntaba desde algunos sectores.
Además, también remarcó que preferiría la vida "sin música que sin internet" o que, en caso de elegir, preferiría que "los días pasasen más rapido que las noches durmiendo". Por último, entre sus respuestas más surrealistas, también escogió tener "las piernas largas como dedos", "no poder quejarse nunca" o "hablar siempre susurrando".
Declaraciones inhóspitas que permiten conocer un poco más la forma de ser de Dembelé, y ganarse a unos aficionados que cada vez confían menos en que vaya a triunfar en el Camp Nou.