Arturo Vidal es un jugador singular dentro del ecosistema del FC Barcelona. Tanto a nivel futbolístico como a nivel personal. A simple vista, el centrocampista chileno no tiene ninguno de esos aspectos que se suelen asociar al ADN Barça. No es técnico, no se caracteriza por su lectura del juego y tampoco es un futbolista ordenado a nivel táctico.
Pero aún así, pese a no destacar por ser un jugador exquisito, aporta mucho al equipo azulgrana. Pocos confiaban en él cuando el club catalán anunció su fichaje en verano de 2018. Tenía 31 años por aquel entonces, venía de ofrecer un rendimiento irregular en el Bayern de Múnich y no había jugado desde el mes de marzo debido a unos problemas en la rodilla.
Y, pese a todas las dudas que despertó su incorporación, Vidal ha cumplido con creces. Fue importante en los esquemas de Ernesto Valverde y lo sigue siendo en los de Quique Setién. En las dos temporadas que ha vestido de azulgrana ha participado en 84 encuentros, en los que ha marcado nueve goles y ha repartido diez asistencias.
"Sarpullido"
Vidal suple la falta de técnica -en comparación con sus compañeros- y la discreta lectura de juego con otros aspectos como la intensidad, el trabajo defensivo y su facilidad para llegar al área contraria. Sea cual sea el resultado que refleje el marcador, el centrocampista chileno lo da todo. Y eso, el equipo y, en especial el entrenador, lo agradece. Siempre sirve para espolear a sus compañeros.
Arturo Vidal entrenando con el Barça / FC Barcelona
La intensidad y el trabajo incansable es uno de los rasgos en que Arturo se parece a Dennis Rodman, leyenda de la NBA. El que fuera baloncestista de los Pistons y los Bulls, entre otros, destacó por su capacidad reboteadora y por su excelente trabajo defensivo. Fue el complemento perfecto para que los Bulls de Jordan ganaran los anillos en 1996, 1997 y 1998. En el documental The Last Dance se definió a sí mismo como "un sarpullido para los rivales". Una descripción que serviría también para la figura de Vidal.
Excéntrico
El chileno y Rodman se asemejan también en su personalidad. Salvando las distancias, claro está. Son dos deportistas excéntricos, que no han sido solo noticia por lo que han hecho en las canchas, sino también por sus andanzas fuera de ellas. El centrocampista azulgrana se las ha visto en más de una ocasión con sus entrenadores, ha incendiado las redes sociales y destrozó un Ferrari en 2015.
Michael Jordan y Dennis Rodman en un partido de los Bulls / EFE
Visto en perspectiva, lo de Vidal no es nada en comparación con todo lo que hizo Rodman. El legendario pívot de Bulls y Pistons tuvo problemas con el alcohol y las drogas, fue pareja de Madonna y Carmen Electra, intentó suicidarse en 1993, se marchó a Las Vegas en plena temporada 1997-1998 y nunca trató de disimular su imagen de bad boy. Es un personaje excéntrico y está orgulloso de serlo.
Aprobación
Pese a tener personalidades complicadas, tanto Vidal como Rodman cayeron de pie en el vestuario de FC Barcelona y Chicago Bulls, respectivamente. Desde el primer momento, Messi y Luis Suárez, dos de los pesos pesados del equipo azulgrana, recibieron con los brazos abiertos al chileno y guardan una gran relación con él.
Messi y Arturo Vidal celebrando el gol del argentino / EFE
Más les costó a Michael Jordan y a Scottie Pippen lograr que la ciudad de Chicago aceptara la llegada de Rodman. Había sido uno de los grandes villanos de los Pistons a finales de los 80, y la afición de los Bulls no lo había olvidado. El 23 y el 33 defendieron públicamente su incorporación y aseguraron que ayudaría mucho al equipo. Y así fue.
Palmarés
Pese a no ser finos estilistas, Vidal y Rodman han cosechado un gran palmarés a lo largo de su carrera. El chileno ha triunfado en Italia, Alemania y España, así como con su selección. Ha ganado cuatro veces la Serie A, tres la Bundesliga y una la Liga. Con la Roja levantó la Copa América de 2015 y 2016, en ambos casos tras derrotar en la final a la Argentina de Messi.
Dennis Rodman en una imagen de archivo / EFE
Rodman, por su parte, es uno de los jugadores más laureados en la historia de la NBA. Ganó dos anillos con los Detroit Pistons y tres con los Chicago Bulls. A nivel individual, fue dos veces all-star de la NBA, fue nombrado mejor jugador defensivo del año en la temporada 90-91 y aún a día de hoy ostenta el récord de más rebotes ofensivos en un partido con once. Es considerado uno de los mejores baloncestistas a nivel defensivo de la historia.
Arturo Vidal y Dennis Rodman jamás han destacado por su técnica, pero gracias a su trabajo y su intensidad han logrado ser importantes en algunos de los mejores equipos del momento. En los Pistons de finales de los 80, los Bulls del segundo threepeat y el Barça actual no puede jugar cualquiera.