Neymar es uno de los futbolistas más carismáticos que ha vestido la camiseta del FC Barcelona en lo que va de década. Aunque acabó saliendo por la puerta de atrás por voluntad propia, las cuatro temporadas que defendió el escudo azulgrana se convirtió en un ídolo para toda la afición del equipo culé.

Más allá de su personalidad, cautivadora a veces y controvertida en otras ocasiones, si por algo destacaba Neymar es por tener un talento excepcional. En Brasil prometía ser uno de los mejores del mundo, y al aterrizar en Europa cumplió con las expectativas. Es de los pocos, por no decir el único, que se ha acercado al nivel de Cristiano Ronaldo Leo Messi.

Vistió la camiseta del Barça en 186 encuentros, en los que anotó 105 tantos y repartió 77 asistencias. Números de auténtica estrella. En esas cuatro temporadas, ganó dos Ligas, una Champions League y dos Copas del Rey. Si no se hubiera dejado seducir por el dinero de París, hubiera marcado una época en el FC Barcelona.

Mejores momentos

Se rumorea con su regreso prácticamente desde el día en que se marchó, y su vuelta divide a la afición. Unos sueñan con volver a verle en el Camp Nou, mientras otros consideran que sus mejores años ya han pasado y que, por la forma en que se marchó, no merece volver a enfundarse la camiseta azulgrana.

Sea como sea, Neymar dejó grandes momentos en Can Barça. Tanto en los encuentros como en los entrenamientos. En el vídeo que se muestra a continuación, se ven algunos de los mejores vídeos del futbolista brasileño ejercitándose con los que fueron sus compañeros.

En el vídeo, se puede ver a Neymar pasárselo a lo grande con dos de sus mejores amigos en el vestuario del FC BarcelonaLionel Messi y Gerard Piqué. Su amistad, sin embargo, no impide que los deje sentados si el entrenamiento lo requería. A Piqué le hizo un caño espectacular y a Messi le rompió la cadera.

Neymar lo tenía todo para convertirse en una leyenda del Barça. Es uno de los futbolistas con más talento que ha vestido de azulgrana jamás, pero su decisión de marcharse a París lo truncó todo.