Poco a poco, el infierno por el que ha pasado Ronaldinho Gaúcho parece que empieza a acabarse. El ex futbolista brasileño ingresó en prisión, junto a su hermano Roberto, después de entrar en Paraguay con un pasaporte falso. Ambos estuvieron más de un mes en la Agrupación Especializada, una sede de la Policía Nacional en Asunción que también funciona como cárcel.
Ronaldinho, entrando a la cárcel de Paraguay | REDES
No obstante, después de 30 días en la cárcel, el juez Gustavo Amarilla decidió aceptar la petición del brasileño y su hermano de obtener el arresto domiciliario. Todo, después de pagar una fianza de 1,6 millones de dólares. Para pasar esta segunda fase de su condena, Ronaldinho ha decidido confinarse en una verdadera cárcel de oro, el hotel Palmaroga, en Asunción.
La cárcel de oro de Ronaldinho
El hotel Palmaroga es un edificio colonial, de casi 120 años de antigüedad, convertido ahora en uno de los hoteles más lujosos de todo Paraguay. Allí, junto a su hermano Roberto, Ronaldinho ha reservado toda una planta, pero duerme en la habitación 104, que cuenta con cama king size, Smart TV 4k de 55 pulgadas o bañera hidromasaje, entre otras muchas comodidades. Una habitación que cuesta 380 dólares la noche. Además, también tiene gimnasio.
A toda esta información tuvo acceso el diario Olé, que informó que el hotel, por el Estado de Alarma del coronavirus, está actualmente vacío y con el personal imprescindible para que ello funcione, por lo que Ronnie tiene todo para él. También esta con él, además de su hermano, Sergio Queiroz, abogado, y David, su asistente.
Las comunicaciones con el exterior del ex del Barça son prácticamente inexistentes. Solo habla con su madre, a la que le preocupa su salud, ya que ha sufrido enfermedades anteriormente. No obstante, su estado es bueno. “Todo está funcionando bien y el servicio es muy bueno. Y Ronaldinho también está bien, acomodándose a una nueva rutina. Estar en el hotel es mucho mejor que en la Agrupación, aunque más justo sería estar en su casa en Brasil. La prisión domiciliaria sigue siendo demasiado”, expresaron fuentes del hotel a Olé.