Los clubes y las federaciones tienen otro problema entre manos más allá de retomar o no las competiciones. Se trata de los contratos de los jugadores de fútbol que suelen finalizar el 30 de junio. En España en esa fecha terminarían su vinculación con los clubes hasta 109 jugadores.
La realidad es que el desconcierto es total. Se desconoce cuando volverá a rodar el balón, pero se da por hecho que las ligas no se podrían terminar antes del mes de julio como esperaba Javier Tebas, presidente de la Liga. Agentes, clubes y jugadores insisten a la FIFA para que se mojen sobre el tema y emitan un comunicado oficial.
Todo hace prever que las grandes competiciones terminarán, pues hay mucho dinero en juego. La Liga y la Asociación de Futbolistas de España ya han tratado el tema contractual, pero están pendientes de la solución global que proponga la FIFA. Es un asunto que va más allá de las fronteras y afecta a todos los países y clubes por igual.
Los jugadores del Barça en un entrenamiento / EFE
Ni al primer equipo del Barça ni del Real Madrid les afectan directamente pues no tienen a ningún jugador que quede libre en verano. Los azulgranas tienen a Arda Turan, pero el turco es responsabilidad de su último club, el Istabul Basaksehir. Por otro lado, los culés han negociado un ERTE de rebaja de jornada y no les afectaría según la norma.
Tres escenarios (y sus soluciones)
Son muchos los equipos que han decidido aplicar ERTEs -Expediente de Regulación Temporal de Empleo- debido a la afectación del coronavirus. En este caso, según la ley española supondría una prórroga automática de los contratos suspendidos -no de reducción, como es el caso azulgrana- de aquellos deportistas profesionales que se vean afectados, aunque lo más cómodo para ambas partes sería como siempre un acuerdo entre jugador y club.
Por ese motivo se prevén tres escenarios y sus posibles consecuencias. El primero es si la competición se reanuda y tiene la misma duración que la que estaba prevista, algo que es poco probable pues ya se contempla una acumulación de partidos y alargar en el tiempo. Solamente se debería discutir qué hacer con esos equipos que han aplicado los ERTEs.
Gianni Infantino en una imagen de archivo en la FIFA / FIFA
El segundo escenario -y el más probable- es que se vuelva a jugar, pero alargando las competiciones más allá de finales de junio. En este caso, nos podríamos encontrar con contratos que se prorrogan hasta que se finalice el campeonato.
Finalmente, hay el escenario que nadie desea pero que todos temen: que no se retomen las competiciones. Ante esta situación se darían por finalizado los contratos de forma prematura -con las consecuencias que conlleva- o contratos que irían hasta el 30 de junio sin competición alguna. Esto supondría un gasto inútil para los clubes, que deberían seguir pagando. Ese escenario siempre se puede resolver con una rescisión de ambas partes.
Mercado de fichajes
Otra de las preguntas es cuando abriría el mercado de fichajes. Está previsto que sea en julio, pero en caso de que haya competiciones la FIFA estudia la opción de que se alargue hasta finales del mes de septiembre para dar margen a los clubes de reforzarse y las competiciones empiecen en octubre.