El dicurso del Rey Felipe VI, monarca de España, sobre la crisis del coronavirus que está sacudiendo el país, quedó totamente eclipasdo por la protesta, en forma de caceloradas, que hicieron en muchos lugares del territorio.
El motivo de esta queja popular llegó después de que se conociese que Felipe VI es beneficiario de una sociedad offshore creada por el rey Juan Carlos vinculada a una donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí, según publicó el diario The Telegraph. El pasado domingo la Casa Real anunció la renuncia de Felipe VI a la herencia que personalmente le pudiera corresponder de su padre, una declaración que realmente no tiene ningún efecto.
En este sentido, desde muchos sectores de la sociedad española se pidió a la corona que se aceptase esa herencia, pero que esos millones se usasen para invertir en Sanidad, en lugar de para uso personal. Sin embargo, la decisión del Rey fue la de desestimarla. Un motivo que ha provocada la sonora cacerolada durante su discurso.
El frío discurso de Felipe VI
Este miércoles, el Rey Felipe VI se dirigió a todos los españoles para explicar la evolución del coronavirus. Es la segunda vez que el monarca hace un discurso excepcional, después del que protagonizó el 3 de octubre de 2017, tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O.
El Rey explicó que España se encuentra ante una crisis sin precedentes, pero que con la ayuda de todos, conseguirán la victoria: "Estamos haciendo frente a una crisis nueva y distinta, sin precedentes, muy seria y grave, que pone en riesgo nuestra salud en cada rincón de España. Pero también, y de forma muy traumática, altera y condiciona nuestras costumbres [...] También es una crisis que estamos combatiendo y que vamos a vencer".
Por otra parte, también envió ánimo a todos los afectados y quiso agradecer el trabajo de los sanitarios para contener al virus. "Sabíamos que tenemos un gran sistema sanitario y unos profesionales extraordinarios; a ellos quiero dirigirme ahora: tenéis nuestra mayor admiración y respeto, nuestro total apoyo. Nunca os podremos agradecer bastante lo que estás haciendo por vuestro país. No os puede sorprender que desde las casas de toda España se oiga un aplauso emocionante y sentido. Un aplauso sincero y justo, que estoy seguro que os reconforta y anima", comentó.
El rey Felipe VI en un discurso oficial / EFE
Para continuar, Felipe VI hizo referencia a la unidad de todo el puebo para salir de esta crisis, y que es esencial quedarse en casa: "Debemos unirnos en torno a un mismo objetivo: superar esta grave situación. Y tenemos que hacerlo juntos; entre todos; con serenidad y confianza, pero también con decisión. "Ahora tenemos que resistir, que aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida [...] Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo coon nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean".
Finalmente, el monarca español quiso acabar su discurso con un mensaje de optimismo a todo el pueblo. "Esta es una crisis temporal. Un paréntesis en nuestras vidas. Volveremos a la normalidad [...] Recuperaremos la normalidad de nuestra convivencia, la vida en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades; la economía, los puestos de trabajo, nuestras empresas... España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza [...] Hemos pasado por situaciones muy difíciles, muy graves; pero, como las anteriores, esta también la superaremos. Porque España es un gran país. Un gran pueblo que no se rinde", concluyó.