La propagación del coronavirus ha frenado cualquier actividad deportiva y los clubes se han visto obligados a suspender sus entrenamientos. La Masía es uno de los centros que acumula una gran cantidad de jugadores de las categorías inferiores del Barça. Todos, por lo tanto, hicieron las maletas para volver a casa a pasar esa época de confinamiento en casa. Todos menos uno. Todos menos Lazar Carevic.
De esta manera el portero del Barça B se ha quedado solo en un piso de Sant Joan Despí cerca de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Carevic no pudo volver a su casa, ya que Montenegro fue de los primeros países en prohibir los viajes procedentes de España.
Éste período, además, ha coincidido con el aniversario de Carevic este mismo lunes. En una carta publicada en la web del club explicó que "mi cumpleaños es de aquellos que recuerdas toda la vida. Por diferente, por extraño y, por qué no decirlo, por triste". El contacto familiar es una de las cosas que está echando más de menos. "El contacto diario con mi familia es la mejor vitamina para superar esta situación de soledad en la que vivimos muchas personas a causa del confinamiento", comentó el portero.
A lo largo del escrito también expuso las diferentes incertidumbres que se plantean estos días. El mismo Carevic se pregunta si se podrá acabar el campeonato y qué pasará con la fase de clasificación de la Euro-21. Sin embargo, en todo momento declaró que lo más importante es la salud y que hay que quedarse en casa y cumplir las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
El portero montenegrino ya hace dos temporadas que juega con el Barça B a pesar que no ha contado con muchos minutos. El buen rendimiento de Iñaki Peña lo ha dejado en un segundo plano y solo ha podido disputar cuatro partidos en Segunda B.