El Palau tiene una magia especial. Es es pabellón de la Liga ACB que más intimida a los rivales y uno de los más calientes de Europa. Y la animación es cosa de los Dracs, que agita el pabellón del Barça con sus canciones y una coreografía muy trabajada. Pero el Palau envejece y el club ultima los trámites para la construcción de un nuevo polideportivo con capacidad para 15.000 espectadores. ¿Una bendición? Para la economía del Barça, sí. Para los Dracs, en cambio, el traslado suscita muchas dudas y recelos.
“Nos preocupa el nuevo Palau”, admite Toni Valle, líder y fundador de los Dracs, en conversación con Metrópoli Abierta. “En el actual ejercemos mucha presión gracias a su sonoridad y proximidad. Estamos muy bien situados, encima del banquillo rival y con una visibilidad óptima. No creo que el nuevo Palau tenga el efecto intimidador del actual”, recalca Valle. “No puedo garantizar la presencia de los Dracs en el nuevo Palau si no está garantizada una buena animación”, añade.
El modelo NBA
El líder de Dracs lamenta que el baloncesto europeo “evolucione” hacia el modelo NBA, que “prioriza el espectáculo a la rivalidad”. “Actualmente disponemos de 250 asientos. En el nuevo Palau, como mínimo, necesitaríamos 600. Pero lo más importante es la ubicación del grupo. Cuanto más cerca de la pista, mejor”, remarca Valle.
Los Dracs nacieron en 2001, tras una escisión que se produjo en Sang Culé. Una de las señas de identidad de la peña es el color amarillo de sus camisetas. “Escogimos el amarillo como homenaje al Aris de Salónica y porque es un color que destaca mucho”, comenta Valle.
Animación constante
Otro signo distintivo de los Dracs es su constante animación. No hay un segundo de tregua en el Palau. “En los últimos años ha cambiado mucho la organización. Han cambiado los ritmos y las letras de las canciones están mucho más trabajadas”, explica el líder de los Dracs, quien lamenta la escasez de grupos de animación en la Liga ACB.
Los últimos años han sido muy duros para los Dracs porque el equipo de baloncesto ha sufrido la peor crisis de las últimas décadas. El fichaje de Mirotic, el pasado verano, escenificó el inicio de otra era. “Hemos pasado años terribles, pero el equipo vuelve a ilusionar. Los cambios en la plantilla eran constantes pero lo peor era la falta de implicación de muchos jugadores”, denuncia Valle, quien pone como ejemplo de compromiso a “Delaney, Mirotic y Abrines”.
Baloncesto y fútbol sala
Desde hace años, los Dracs acompañan al equipo de baloncesto y al fútbol sala --renunciaron al balonmano y el hockey sobre patines--. Su presencia es visible en pabellones rivales y aseguran que ninguno intimida tanto como el viejo Palau. El nuevo será otra historia. Una historia con muchas dudas para el principal grupo de animación.