Los estadios de fútbol no dejan de ser un terreno de juego donde los futbolistas juegan rodeados de unas gradas llenas de aficionados. Esta seria, por lo tanto, una definición muy simple y llana de lo que son. Lo que es evidente, en cambio, es que en cada estadio se respira un ambiente diferente, la distribución de las gradas influye y el pasado tiene su peso.
De esta manera San Paolo es un emplazamiento donde Maradona está presente por todos los lados y es escenario de grandes momentos de la historia del fútbol. Entre la simbología que hay en el estadio, antes de subir al terreno de juego los jugadores también se encuentran con varios cuadros de santos religiosos.
60 años de historia
San Paolo fue inaugurado en diciembre del 1959 con una victoria del Nápoles sobre la Juventus. A pesar de contar solamente con una sola tribuna, el estadio albergaba más de 87.000 aficionados pero sus posteriores reformas le han hecho reducir la capacidad de forma sustancial. La más significativa fue en 2007, cuando se pasó de casi 79.000 espectadores a 60.000 a raíz de las restricciones que se impusieron en Italia después de los incidentes del derbi siciliano entre el Catania y el Palermo que causó la muerte de un inspector.
A inicios de la pasada década el Nápoles también tuvo que hacer algunas reformas para adecuarse a la normativa de la UEFA. En 2018 se hicieron los últimos cambios con los que se redujo la capacidad del estadio a los 55.000 actuales.
A pesar de esas remodelaciones, San Paolo es el cuarto estadio de Italia que acoge más espectadores. El estadio está situado en el barrio de Fuorigrotta, en el suroeste de la ciudad.
Eventos extrafutbolisticos
Además de sus partidos de fútbol, el estadio también ha acogido pruebas atléticas en la pista que rodea el terreno de juego y en su interior también cuenta con una pista de baloncesto, gimnasios polivalentes y de artes marciales.
Asimismo San Paolo ha sido escenario de varios conciertos que han llenado el estadio. En él, por lo tanto, han pasado grandes grupos como los Rolling Stones en 1982 y U2 en 1993. A su vez, en 1990 el Papa Juan Pablo II ofreció una visita pastoral en San Paolo.
El día que Maradona dividió Nápoles
Además de ser el estadio de los partidos del Nápoles, San Paolo también ha acogido encuentros de los Juegos Olímpicos, Eurocopa y Mundial de fútbol. De todos estos, el duelo más recordado es el que enfrentó a Italia y Argentina en las semifinales del Mundial de 1990. En esa temporada el Nápoles acababa de ganar la Serie A gracias, en mucha medida, de Maradona que alzó el club a ser un referente del país.
De esta manera, el Pelusa se disponía a jugar otro partido a San Paolo pero esta vez de visitante. Sin embargo, Maradona se lo hizo venir bien para llevarse la afición a su terreno y advirtió que “le piden a los napolitanos que sean italianos por una noche, mientras que los otros 364 días les llaman terroni", en una expresión con la cual se menosprecia a los habitantes del sur de Italia. Cabe recordar que el sur de Italia siempre ha sido ninguneado y que incluso en partidos que se jugaban en Milán, Génova o Turín los aficionados locales recibían al Nápoles con una pancarta que anunciaba “Bienvenidos a Italia”.
La trayectoria de Maradona con el equipo napolitano y sus declaraciones previas hicieron su efecto y la afición se mostró menos agresiva contra Argentina de lo que era habitual. Por ejemplo, no se silbó el himno argentino como sí que había sucedido en todos los anteriores partidos en otros estadios. Finalmente los albicelestes eliminaron a Italia en la tanda de penaltis, pero después cayeron contra la Alemania Federal en la final.