El coronavirus se ha instalado en Italia. En las últimas semanas se detectaron casos puntuales de esta enfermedad en Francia y en Alemania, pero ahora ha llegado al norte de tierras italianas. Se han detectado hasta más de 100 casos y ya han fallecido cuatro personas en las últimas horas. Muchos aficionados se preguntan qué riesgo corren los desplazados que asistan a ver el Barça en Nápoles este martes a las 21 horas.
Según anuncian desde el propio país, los controles se han acentuado, sobre todo en aeropuertos y carreteras. Algunos medios de transporte, como barcos y trenes, han sido cancelados. La expedición culé, y todos aquellos aviones que lleguen al aeropuerto napolitano, se someterán al protocolo establecido: controlar la temperatura a su llegada.
Una persona llegando a un aeropuerto italiano / EFE
El equipo culé llega a la capital de la región de Campania este lunes al mediodía y se entrenarán en el estadio de San Paolo. En ningún caso se ha modificado la agenda del equipo. Si algún jugador, mimbro del staff o aficionado presenta décimas de fiebre, será trasladado a un centro hospitalario para su control. Cabe destacar que Nápoles está muy lejos del foco del coronavirus. Se detectó en el norte del país, concretamente la región del Veneto y Lombardia.
Medidas ya tomadas
Este fin de semana hemos visto como se anuló el clásico Carnaval de Venecia, también cuatro encuentros de la Serie A, todos ellos en el norte, y varios encuentros de otros deportes. El Ministerio de Sanidad italiano quieren evitar la propagación de este virus, pero está prácticamente descartado que afecte a la celebración del Nápoles-Barça.
En las últimas horas, no hay constancia que la UEFA tenga intención de aplazar el encuentro. Están suficientemente lejos del foco, pero ya se trabajan en varias posibilidades por si se toman medidas más radicales. Una de ellas, ya publicada en medios italianos, es la posibilidad de disputar el encuentro a puerta cerrada.
Gran seguridad
Más allá del coronavirus, el partido de este martes es uno de los encuentros más esperados en Nápoles. Se espera un lleno casi total -aforo total de 76.824 espectadores- y las autoridades ya han decidido avanzar la apertura de las puertas de San Paolo a las 17 horas, cuatro antes del inicio del partido, para evitar aglomeraciones.
Toffosi del Nápoles en San Paolo / EFE
Otro de los detalles que ya se han avanzado es que se harán registros minuciosos para evitar la entrada de petardos y bengalas. El presidente De Laurentiis quiere evitar que se generen conflictos en los aledaños y dentro del estadio en uno de los partidos que más gente moverá de los últimos años. Messi, en el templo de Maradona.