Ni Ángel, ni Willian José, ni Loren Morón, ni Cristhian Stuani, ni Roger Martí, ni Ante Budimir, ni tantos otros que sonaron estas últimas semanas. Finalmente, el elegido para reemplazar a Ousmane Dembelé en el FC Barcelona fue Martin Braithwaite, que hasta ahora militaba en el Leganés.
Fue el último en salir a la palestra, pero más vale tarde que nunca. Era la referencia del conjunto pepinero, con el que había marcado ocho goles en 27 encuentros. Después de que el club madrileño rehusara negociar, la entidad blaugrana pagó los 18 millones de euros de su cláusula en las oficinas de la Liga y se hizo con sus servicios.
El precursor y la leyenda
Martin Braithwaite será el quinto danés en la historia que se enfunda la camiseta del FC Barcelona. El precursor fue Allan Simonsen, que llegó al Camp Nou en 1979. Lo hizo con estatus de estrella tras haber ganado el Balón de Oro dos años antes. La afición azulgrana guarda muy buen recuerdo de un extremo que marcó 40 goles en 116 encuentros. En su palmarés aparecen una Copa del Rey y una Recopa de Europa.
Una foto de archivo de Michael Laudrup / EFE
Es complicado que haya algún danés que pueda llegar a igualar la trascendencia de Michael Laudrup en el Barça. Es una de las grandes leyendas de la entidad, y también uno de los futbolistas más talentosos que jamás haya visto el Camp Nou. Cinco temporadas (1989-1994) le bastaron para dejar una huella imborrable en la memoria colectiva del barcelonismo.
Fue una de las estrellas del Dream Team y lo ganó todo mientras vestía de azulgrana. Cuatro Ligas, una Copa de Europa, una Copa del Rey y dos Supercopas de Europa. Disputó 213 partidos en los que anotó 47 tantos. En 1994 se acabó marchando rumbo al Real Madrid, pero tal y como sucede con Ronaldo Nazario, la afición lo ha olvidado con el paso de los años.
Quedaron en nada
Los dos daneses que jugaron en el FC Barcelona después de Laudrup no tuvieron tanta suerte (ni tanto talento) como Michael. En 1991 el club azulgrana incorporó a Thomas Christiansen a su filial, donde jugó durante cinco campañas. Cruyff llegó a convocarlo para el primer equipo, pero jamás llegó a debutar.
Martin Braithwaite en su presentación como jugador del Barça / FCB
Un año después que Christiansen, en 1992, llegó Ronnie Ekelund, también con el filial como destino. A diferencia de su compatriota, él sí jugó con el primer equipo. Concretamente, media hora en Liga, media hora en Copa del Rey y otra media hora en la Supercopa de España. En 1994 abandonó la disciplina del club.
Asumiendo que Laudrup es inigualable, el barcelonismo espera que Braithwaite, como mínimo, pueda acercarse a Allan Simonsen. A Ekelund y Christiansen, con ser titular en un encuentro, los habrá superado.