El fútbol croata vive uno de los mejores momentos de su historia. El país balcánico ha dispuesto en los últimos años de una hornada de jugadores privilegiada. Futbolistas capaces de ser decisivos en muchos de los grandes clubes europeos, y que llevaron a la selección nacional a su gran éxito histórico: el subcampeonato en el último Mundial, disputado en Rusia en 2018.
Dos de los grandes causantes de este crecimiento del fútbol en Croacia han sido el futbolista del Barça, Ivan Rakitic; y el del Real Madrid, Luka Modric. Para que el fútbol crezca en un país, los jóvenes necesitan de referentes. Y ambos jugadores se han convertido ya en símbolos en el país. Por su forma de jugar, pero también por su humildad, que les ha permitido ganar el respeto de todos sus rivales.
Modric y Rakitic, celebrando el éxito con su selección | EFE
Ahora, tanto Rakitic como Modric viven una fase complicada en su carrera: cada vez tiene menos protagonismo en sus equipos, y estarían planteándose su salida a final de curso, para volver a ser importantes en un club de primer nivel. Y, por qué no, soñar por levantar una nueva Champions que los haga eternos.
El sueño de la Champions
Aunque tanto Rakitic como Modric ya han levantado alguna vez la Orejona (1 el culé y 4 el madridista), el hacerlo en la parte final de sus dilatadas carreras es un punto añadido. Un triunfo que todavía cobraría mucha más importancia si consiguiesen hacerlo juntos. Una alternativa que no está del todo descartada.
Varios de los grandes clubes de la liga italiana han mostrado interés en los dos futbolistas croatas. Juventus e Inter de Milán siguen de cerca la situación de ambos jugadores, en caso de que finalmente opten por marcharse en verano. Por otra parte, si su deseo fuese no dejar España, Sevilla y Atlético de Madrid se plantearían lanzarse a por ellos.
Modric y Rakitic, rivales en un Barça-Madrid | EFE
Rakitic y Modric comparten un pasado común que los hace ser todavía más hermanos en el ámbito personal. Los dos huyeron de la guerra de la Independencia que tuvo lugar en los Balcanes, cuando todavía eran muy jóvenes. Un recuerdo que les une pese a ser rivales en el terreno de juego. No obstante, las estrellas croatas podrían haberse cansado de ser enemigos en el campo. Ambos estarían encantados de jugar juntos, e intentar compartir el éxito de levantar una Champions.
Que el jugador azulgrana y el madridista compartan equipo la temporada que viene no es fácil. Pero tampoco es algo imposible. Una decisión que podría ser el broche final a la mejor generación del fútbol croata de toda su historia.