Llevamos tiempo anunciándolo, esta Premier League será del Liverpool. Cada jornada que pasa, esto se va confirmando no solamente con las sensaciones, sino que así lo dicen los números. Con la derrota del Manchester City contra el Tottenham, los reds ya están a 22 puntos del segundo clasificado y solo han cedido un empate.
Pep Guardiola parece que le está costando sorprender esta temporada. Este domingo disputaban el gran partido de la jornada en Inglaterra. Volvía uno de los duelos de los últimos años en España, el técnico de Santpedor contra José Mourinho, desde hace poco al cargo del equipo londinense. Dos maneras de entender el fútbol completamente diferentes.
Mourinho vuelve a sonreír
El duelo se decantó a favor del portugués. Fue un partido digno de la Premier League: con ritmo, con goles y con polémica. A la media hora de juego, el Kun Agüero enviaba un balón al poste. Minutos más tarde, Hugo Lloris le paraba una pena máxima a Gundogan y daba vida a los locales.
Una de las jugadas determinantes y más claras fue una dura entrada de Zinchenko, a la altura de la pierna de Alli, que el árbitro sancionó con la segunda amarilla y expulsión. Con un jugador más, el Tottenham supo imponerse a los celestes. En el minuto 63, el debutante Bergwijn, fichado hace unos días, marcaba el primer tanto a pase de Lucas Moura.
Ponía la guinda Heung-Min Son, el gran argumento ofensivo de los locales tras la baja de Harry Kane, con un buen disparo fuera del área. Con este resultado, los cityzens pueden centrarse en la Champions League como gran consuelo, que se ven las caras contra el Real Madrid, mientras los spurs están a cuatro puntos de los cuatro primeros clasificados.
La jugada más curiosa
Como ya sucedía en la Liga, José Mourinho sigue siendo un auténtico espectáculo en la banda. De hecho, fue él quien protagonizó una de las imágenes más divertidas y curiosas de la jornada. En el minuto 40, Lloris desviaba el penalti de Gundogan y en el rechazo chocaban el portero y Raheem Sterling.
El árbitro no señaló nada. Al ver que era saque de portería, el portugués se sentó tranquilamente en el banquillo. Luego le recordaron que el inglés tenía amarilla, y que, si le castigaban por simular, podría irse a la calle antes de tiempo. Entonces, se levantó rápido airadamente pidiendo la tarjeta al cuarto árbitro. Carne de memes.
Sí que jugaron media hora con más pero no debido a esta acción. Zinchenko hizo una durísima entrada a Dele Alli, que le podría haber lesionado de gravedad, y vio la segunda amarilla, aunque podría haber sido directamente tarjeta roja. Los locales lo aprovecharon y consiguieron los tres puntos hundiendo aún más al City de Guardiola.