No falta trabajo a los servicios jurídicos del FC Barcelona. Raro es el mes, incluso la semana, en que no hay alguna novedad para los azulgranas en los tribunales. La última llegó hace algo más de dos semanas, en relación con el caso de espionaje de Mediapro y el conflicto de los derechos publicitarios con la misma empresa.
A finales de diciembre, era Arturo Vidal, jugador del club, quien lo demandaba por el supuesto impago de unas primas, aunque finalmente la AFE y la Liga desestimaron la denuncia. Esta misma temporada, otro de los puntos calientes en los juzgados fue la demanda de Neymar por el impago de la prima de renovación.
El caso de los columbarios se cerró hace unos meses mientras otros, como el Neymar 2, siguen abiertos. A todo este ajetreo en los tribunales se suma ahora una nueva demanda, ya admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia número 25 de Barcelona, presentada por una treintena de socios.
Seient Lliure
Los aficionados azulgranas, todos ellos con localidad en el Camp Nou, denunciaron al FC Barcelona por el Seient Lliure. Consideran que el dinero que percibieron por aliberar sus asientos es inferior al que deberían haber ingresado realmente.
Los 30 socios explican que el club hizo creer a los usuarios del Seient Lliure que la única fórmula legal para ceder sus abonos era el Seient Lliure. Algo que, al parecer, no se ajusta con lo que dicen los propios estatutos de la entidad. De hecho, explican que la Junta Directiva cambió el texto para evitar lecturas como la de la demanda.
Imágenes de los aledaños del Camp Nou / EFE
Imágenes de los aledaños del Camp Nou / EFE
Los denunciantes no sabían que podían dar sus asientos "hasta el precio oficial del partido" mediante "otros canales sin posibilidad de ser sancionados". Es decir, que los socios piden que se les pague el doble de lo que ingresaron por ceder sus localidades a través del Seient Lliure durante los últimos cuatro años.
En caso que la justicia acabara dando la razón a los demandantes, la tesorería del FC Barcelona podría empezar a temblar. Podría ser solo la primera de las muchas demandas que podrían realizar los socios para pedir las cantidades que consideraran que deben recibir.