A Ousmane Dembelé se le están acabando las oportunidades en el Barça. Y parece que él lo sabe. El extremo francés cayó lesionado a finales de noviembre en el partido de Champions ante el Borussia de Dortmund, en la que fue su octava octava lesión muscular desde que llegó al FC Barcelona en agosto de 2017.
La paciencia tanto de la directiva como de los aficionados se está acabando con él. Pero el extremo galo está dispuesto a luchar por conseguir superar este nuevo problema físico, y triunfar en el Camp Nou. Así, Dembelé lleva ya más de un mes centrado exclusivamente en su recuperación, con sesiones también en Qatar, y está dejando totalmente de lado su vida social y las redes.
Y es que ni el galo ni su mejor amigo, Moustapha Diatta, que es quien le gestiona las redes, han publicado nada desde que el ex del Dortmund cayó lesionado ante su ex equipo. La última imagen que colgaron en Instagram, y que podría ser a modo de despedida, fue una donde aparecieron juntos, uno en cada cuenta. Además, Twitter lo tiene también prácticamente abandonado, sin ningún escrito desde marzo.
¿Signo de madurez?
Dembelé ha dado un paso al frente esta temporada. El francés ha sido protagonista de forma positiva en este inicio de curso, al presentarse antes que sus compañeros a los entrenamientos; y demostrar una intensidad y un ánimo en el terreno de juego (aunque no le ha acompañado la eficacia) que no tiene nada que ver al de El Mosquito en sus primeros años.
El hecho de dejar de lado las redes sociales y su relación con Diatta, que podría ser el gran causante de sus imprudencias, puede ser el último ejemplo del compromiso de Dembelé con el Barça, y de su intención de querer hacer las cosas bien.
Dembelé ejercitándose en la Ciutat Esportiva Joan Gamper / FCB
Porque lejos quedan ya los asuntos extradeportivos que marcaron su segundo año con la elástica culé, entre los que destacan cuando en noviembre de 2018 no avisó al club de que no iba a ir a entrenar (por una gastroenteritis) y estuvo hora y media sin dar señales de vida; o cuando en agosto no acudió a unas pruebas médicas del club.
Las lesiones pueden ser causadas por su estilo de juego y su físico, pero lo que está claro es que a Dembelé no le está acompañando la suerte. Y la realidad es que para tener fortuna, hay que buscarla y sobre todo, merecersela. Y este año, el galo parece que está empezando a dar motivos para que la afición crea en él y le de una nueva oportunidad.