El Barcelona venció al Inter de Milán en San Siro por primera vez en la historia, tras un encuentro en el que los azulgranas no se jugaban nada. La clasificación como primeros de grupo se obtuvo de forma matemática después de vencer al Dortmund en el Camp Nou, por lo que ante los italianos, se esperaba un equipo con los menos habituales.
Los que más podían aprovecharse de esta situación eran Neto, Aleñá o Todibo por el primer equipo, y Carles Pérez, Ansu Fati, Wagué y Riqui Puig, en representación de la cantera. No obstante, este último quedó fuera de los planes de Valverde y tuvo que seguir el partido desde la grada.
Que Riqui Puig no contara con minutos en la noche del pasado martes no agradó a los aficionados del Barcelona, ni tampoco al propio jugador, quien desde hace unas semanas viene reconsiderando la opción de marcharse cedido en el mercado invernal.
Con cara de muy pocos amigos
Desde los medios de comunicación también se cuestionó la decisión de Valverde de dejar fuera al catalán, cuando es uno de los futbolistas con mayor proyección que hay actualmente en el filial. Incluso el exentrenador del Barça B, Gerard López, mostraba su disconformidad en declaraciones para el programa de radio El Transistor.
El mosqueo de órdago que llevaba Riqui una vez finalizado el encuentro, no pasó desapercibido tampoco para las cámaras de El Chiringuito de Jugones. En su tertulia post-partido del pasado martes, desde el Twitter oficial programa conducido por Josep Pedrerol, se publicó una foto del canterano con cara de circunstancia.
Las redes sociales pronto se llenaron de comentarios respecto a la actitud del de Matadepera, por no haber contado con la confianza de Valverde. Aficionados a favor y otro cuantos en contra, aunque ninguno se olvida de resaltar que la calidad del Riqui Puig es un tema innegociable.
Al canterano tal vez le sobraron sus declaraciones en las últimas semanas, donde lanzaba un dardo envenenado a la directiva del Barcelona, por su escasez de minutos con el primer equipo. Unas palabras que nada bien sentaron en la cúpula azulgrana y que tal vez Valverde quiso penalizar, sentándole ayer noche en la grada.